miércoles, 2 de marzo de 2011

 LOS NUEVOS GENIOS

Hace unos días murió Santi  Santamaría, famoso cocinero catalán. No conozco su cocina, pero me resultaba simpático por haberse atrevido a criticar a los llamados grandes chefs de la cocina, genios entrecomillas, que acaparan la crónica culinaria de los medios de comunicación y cuyo mayor talento consiste en la confección de platos muy manoseados (de mano), raciones muy pequeñas en vajilla muy grande y precios altísimos, que conciben la cocina como arte plástico, algo que se come por los ojos, y donde la decoración prima sobre el sabor, su gloria no se debe solo a la opinión de sus clientes, sino principalmente a una serie de críticos menores que se hacen eco de las criticas favorables de otros grandes críticos (de grandes medios de comunicación) formando una progresión que santifica a cocineros mediocres pero expertos en relaciones publicas.

Lo mismo ocurre con la pintura, cualquier pintor de brocha gorda y cara suficientemente dura, capaz de arrojar un bote de pintura sobre un lienzo y esparcirlo con un puñado de paja, solo tiene que conseguir una buena critica de un critico mayor, para que una legión de críticos menores a modo de postes repetidores, le conviertan en un genio equiparable a Velázquez, Goya o Vincent van Gogh. Todavía recuerdo el espectáculo de mi paisano Miquel Barceló, embutido en un mono y con una bomba de vaciar pozos negros, lanzando  ar
gamasa y pintura a la nueva cúpula del Palacio de Naciones de la ONU en Ginebra con el resultado final según nuestro ex Ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos de la “Capilla Sixtina del Siglo XXI”.

Algo funciona mal en  nuestra sociedad cuando la gente, para quedar bien, tenga que ir a uno de esos restaurantes de la cocina creativa para comer tempura de salicomia al azafrán con emulsión de ostra y de postre  puré de regaliz de palo enfriado con nitrógeno líquido, y se sienta obligada a decir que es una genialidad cuando lo que le apetecía eran unos callos con garbanzos;  o que para demostrar su cultura se vea obligada a colgar un dibujo de guardería infantil en el salón de su casa solo por ser de fulano, pintor cuyo firma vale tanto, la ponga donde la ponga.

Así estamos hoy, los medios de comunicación nos dicen lo que es bueno y lo que es malo, ya no forman la opinión de la gente, ahora imponen la suya, ya no son el cuarto poder, ahora dirigen el mundo.

Si la Unesco, en 1982, declaró:...que "la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo", entonces nuestra sociedad, lejos de culturizarse, se ha convertido en una manada de borregos

No es broma

2 comentarios:

JIV dijo...

Hola. Buena entrada. Pero siento discrepar.

Cuando hablas de Van Gogh como un genio te olvidas que en esa época tuvo poco éxito, debido sobre todo a que su estilo de pintura era poco apreciado (¿demasiado moderno?). Muchos pintores y escultores de finales del XIX y ppios del XX fueron ninguneados por el público y posteriormente son unos maestros. Igual que Barceló puede en un futuro convertirse en un maestro (posible pero no probable).

La cocina creativa no es mala en sí. En algún momento de tu vida te puede apetece probar platos que mezclen sabores y texturas, hasta colores. Algo distinto a la "cocina tradicional" española.
Sin embargo, sí que estoy de acuerdo en que a veces, nos pasamos de rosca y dejamos que "nos engañen" con estos platos creativos que en muchas ocasiones necesitas una lupa para comerlo. Y además, no creo que todo el mundo pueda permitirse el lujo de gastarse 300 euros en una comida, por muy buena que sea.
El problema de todo es cuando uno se sube a la parra. Es decir, ya sea de cocina tradicional o creativa, cuando la relación calidad precio es mala (pej, yo soy de Madrid, y casa Lucio por muy bueno y tradicional que sea es un engaño).

Por último. Ya que estamos de arte y cultura, te olvidas de la música. Pero de todas formas es un buen artículo que incita a la reflexión sobre ciertas tonterías de la cultura y el arte.

Un saludo.

JIV

Tòfol dijo...

En realidad, el artículo se resume en el concepto de cultura de la UNESCO del último párrafo "la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo". Tanto el tema de la pintura como el de la cocina están caricaturizados, Lo que estoy criticando es la incapacidad individual de decidir lo que es bueno de lo que no lo es, o sea, el permitir que unos pocos decidan lo que deba gustarnos, o no, lo que es arte y lo que no lo es, el miedo a apartarnos de la línea que se nos marca; en definitiva la falta de personalidad, el borreguismo, ya sabes, un donde va Vicente…. generalizado.