DICTADORES DEMOCRATAS
Artículo 9.2. Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas; remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social.
No es un chiste, es un artículo de la Constitución españolaLo del movimiento 15 M, fue para mi ilusionante: el pueblo reclamando una regeneración democrática, la cosa tenía visos de triunfar, pero por desgracia, fue infiltrado por los de siempre y ahora lejos de sus propuestas iniciales, se dedican a la demagogia rancia y decimonónica, obstaculizar desahucios judiciales, demonizar a las empresas financieras, y agredir a peregrinos. ¡Que decepción!, porque un movimiento así, tal como fue en un principio, era necesario.
No contentos los partidos digitales con su funcionamiento al margen de la CE: sin democracia interna, mandato imperativo a los diputados, control del poder judicial, control del TC, confección a dedo de las listas electorales, y un sinfín de distorsiones de la vida democrática en las que no voy a entrar en este momento, los partidos políticos mas importantes, con el apoyo tácito de los medios de comunicación afines a cada uno de ellos, o sea, todos, han introducido de tapadillo una reforma en la LOREG.
No se trata de las reformas que se demandaban desde los sectores mas democráticos de nuestra sociedad: listas abiertas, elecciones primarias en los partidos, como ya, incluso, reclamó el Consejo de Estado, sino todo lo contrario, se trata de un gravísimo golpe de los partidos mayoritarios PP, PSOE, CiU y PNV al pluralismo político en nuestro país mediante su reforma sigilosa de la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG), que constituye un veto electoral generalizado a los partidos nuevos.
Ahora, mediante esta reforma, se barre de un plumazo a todos esos partidos al establecerse unas barreras de entrada que, de hecho, son imposibles de cumplir excepto para los partidos que nazcan con un enorme respaldo económico.
La enmienda al artículo 169 de la LOREG impone ahora, por vez primera en nuestra democracia, la obtención previa de avales ciudadanos que deben totalizar al menos el 0,1 % del censo electoral de cada circunscripción. Este requisito no se le exige a los partidos que ya están presentes en el Congreso o en el Senado. En cambio, un partido nuevo debería presentar cerca de cuarenta mil firmas para presentar candidaturas en toda España. Además, esos avales deben obtenerse ante notario y sólo en los veinte días posteriores a la convocatoria formal de elecciones, el firmante, no podrá además avalar mas que a un partido, con lo cual, quedará constancia pública de sus preferencias políticas. Aparte de la dificultad de llevar al firmante a la notaría, tendría un coste de más de trescientos mil euros en gastos notariales
En resumen, si ya era difícil la participación política fuera de la maquinaria partidista, a partir de ahora, ya es imposible, a no ser que se cuente con un respaldo económico y social descomunal.
España ya solo es una democracia en teoría, se reparten el poder entre cuatro o cinco, el que tenga ideas distintas, que se fastidie. Hemos vuelto a 1974, solo que ahora, podemos elegir cada cuatro años al dictador que mas nos guste, hemos pasado de una nota democrática de 0,1 a otra de 0,4. No vale la pena.
No es broma