lunes, 22 de abril de 2019

LA ELECCION DE UN COMEDIANTE UCRANIANO
Volodymyr Zelenskiy, un actor y comediante sin otra experiencia política que su desempeño del papel de presidente en una serie de televisión, ha ganado aplastantemente  en las elecciones presidenciales de Ucrania, con algo así como el 70% de los votos.

Fuera de Ucrania, y supongo que también en Ucrania, se relata el hecho como algo insólito: Un comediante, sin experiencia política, jefe de estado y de gobierno de un país, que horror.


La verdad es que en realidad, puestos a elegir entre un actor comediante encubierto y un comediante declarado, es lógico que la gente elija lo obvio y claro. ¿Acaso hay mayor comediante que un político?.


Basta ver los mítines, declaraciones y debates de los distintos políticos que en España están luchando por el Poder en estos momentos, para  ver claramente a  un ejército de comediantes, de primera, segunda y tercera, haciendo su papel lo mejor que pueden. Algunos son muy buenos.


Sin embargo, lo que más se le reprocha a Zelenskiy es su falta de experiencia política. Para mí eso es una virtud – que seguramente no le durará mucho – la experiencia política, o sea el saber moverse en el ámbito de los políticos, consiste en realidad en saber manipular a la gente, sacar ventaja de los mas ignorantes – muchos con título – engañar a sus rivales de partido para ascender y sobre todo mentir en periodo electoral, que es en realidad durante todo el mandato, no solo los últimos quince días.


Lo que es bueno para el país, lo sabe más o menos bien, cualquiera con dos dedos de frente que sepa sumar y restar y que no sea analfabeto, del resto se ocupan los funcionarios, ¿para que queremos políticos con “experiencia”?.


El que un comediante declarado haya podido presentarse y ganar unas elecciones, es algo que no podría suceder en España, aquí solo se puede ser candidato perteneciendo a un partido político, una especie de sindicato de comediantes, un gremio. Como dice Iglesias hay que pertenecer a la “casta”, la casta a la que él se apuntó en cuanto pudo.

No es broma