lunes, 19 de junio de 2017


BUENISMO

Aunque no lo parezca, se ha dado una curiosa noticia que yo considero importante porque define una revolución cultural que se viene produciendo en nuestra sociedad: la cultura del buenismo.


Aunque Zapatero ya no está, la cosa continua.


Un entrenador de alevines despedido por ganar de 25 a 0
Desde el club aseguran que lo despidieron porque animó a sus chavales a marcar más goles para así humillar a los chicos del equipo contrario: “Nosotros educamos valores como el respeto al equipo contrario y esa actitud no la podemos permitir”.
 
No explica muy bien el personaje educador,  cual debiera haber sido la actitud respetuosa de los jugadores vencedores: ¿no tirar a gol?, ¿dejarse quitar la pelota?, ¿dar pases hacia atrás? ¿dejarse marcar unos cuantos goles?


Si tenemos en cuenta que el futbol es un juego competitivo que consiste en ver quien mete más goles, entonces abstenerse de meterlos es falsear el objeto del juego, en definitiva, una corrupción, ¿son esos los valores que deben inculcarse?, además, ¿es eso respeto al equipo contrario?, o más bien un humillante paripé.


Además, en este caso, la palabra humillación, es una especie de metáfora; perder aunque sea abultadamente, no es una humillación, se trata de un deporte, unos ganan y otros pierden, como siempre se ha dicho, lo importante es participar; si se pierde de mucho, no hay que avergonzarse porque el contrario sea tan superior.


Y  si verdaderamente fuera una humillación, ¿Qué pasa?; tratándose de niños, seguramente se sentirán humillados bastantes veces en el curso de su vida, y una pequeña humillación es buena pues les permite desarrollar el sentido de la vergüenza, uno de los mecanismos que ayudan a no volver a sufrirlas, aprender a proteger el ego, su amor propio, su personalidad.


La verdad, el “ buenismo” se está trasladando a todas las áreas de nuestra sociedad, en educación no se puede humillar a quien suspende y hay que dejarle pasar al curso siguiente y finalmente, darle un título que no se merece. Una corrupción del sistema educativo que devalúa el título de quienes selo han ganado.


A la gente se la respeta dándole lo que se merece, por mucho que cambien las reglas sociales, siempre habrá gente más lista que otra, o más trabajadora que otra, o que controle mejor el balón, no somos iguales, podemos cambiar las reglas sociales pero no a base devaluar a los mejores, sino enseñando a la gente a luchar, para que los rezagados estén a la menor distancia posible, sin frenar al grupo de cabeza.


Además, quien no sirve para una cosa, sirve para otra y eso es lo que hay que descubrir en cada niño

.
Parece ser que la gente que nos quiere liderar, confunde el derecho a un trato igual con que todos sean iguales, y esto no va a ocurrir, si fuéramos todos iguales, no seríamos hombres (palabra genérica que incluye a las mujeres), seríamos borregos.


Por suerte, eso no lo van a conseguir, porque no es posible.

No es broma

martes, 13 de junio de 2017

 EL ERROR DE AMANCIO

Amancio Ortega ha ofendido a la “gente”, su donación a la sanidad española de más de trescientos millones de euros en equipo,  les ha humillado, ¿Cómo va a ofrecer caridad al Estado un fabricante de pantalones?, "el Estado soy" yo dijo, Luis XIV de Francia, El Rey Sol. Pero ahora las cosas han cambiado, el Estado es la “gente “y la “gente” es Podemos. ¿Cómo va Amancio Ortega a poner dinero y dejar en ridículo a los que no ponen nada?.

Al Estado no se le da nada, el Estado  coge lo que quiere,  de los ricos y de los menos ricos y se lo da a los pobres, como hacían los bandidos generosos, y también a los políticos que aunque no sean pobres,  de algo tienen que vivir porque a trabajar no les han enseñado.


Amancio Ortega se ha equivocado  creía que se lo daba a la gente y no se había dado cuenta que la  “gente” es Podemos, y Podemos no va a aceptar este tipo de humillaciones.


Yo personalmente creo que quien da, tiene como mínimo derecho a que se le reconozca y le den las gracias. Pero claro, el problema está en que quienes  manejan el Estado, son personas asalariadas; muchos de ellos, pero otros no, han luchado por una plaza en la organización que les garantiza un sueldo cada mes, y han conseguido un empleo seguro de donde no te pueden despedir a no ser que hagas una barbaridad muy gorda.  Nada tengo que objetar, cada cual elige su forma de vida. Si puede.


Pero eso de los salarios seguros tiene un problema y es que si bien uno sabe y está seguro de  lo que le ingresarán a final de mes,  también y por la misma razón,  sabe y está seguro de lo que nunca va a tener, y como es natural, le frustra el ver que haya  algunos que tienen todo lo que quieren; es el precio de la seguridad.


Veamos a Amancio Ortega, si en vez de ponerse a hacer batas en el comedor de su casa con su mujer, se hubiese  buscado un empleo en el ayuntamiento, quizás hubiese conseguido una placentera vida con un sueldo fijo y  seguro, y podría incluso haber sido más feliz que ahora de ser cierto el proverbio de que el dinero no da la felicidad.


Le podría haber pasado lo que a la mayoría de los que montan negocios, que se embarcan en una aventura y después de un tiempo, con la “ayuda” del Estado, lo tienen que cerrar sin haber cobrado jamás un sueldo, y perdiendo el piso familiar que pusieron de garantía para conseguir el dinero de la inversión, y de paso, el piso de quienes les avalaron frecuentemente los padres o los abuelos.


Como ha triunfado, ahora resulta que es malo; lo justo sería quitarle el dinero y poner sus fábricas y sus tiendas para que las administren asalariados públicos de lunes a viernes,  con horario de 8 a 17:00, y una hora para el almuerzo,  y lo que se gane, que se reparta entre la gente.


Lo malo es que este sistema en vez de producir riqueza, produce colas en los supermercados, como ya se ha visto en otros lugares.


Si al hombre que después de dar trabajo a 153000 personas, pagar sus impuestos de más de diez cifras en España pudiendo haber domiciliado su multinacional en cualquier otro lugar del mundo, donde se paga la mitad, si Amancio Ortega, continúo, comete el “error” de dar más de trescientos millones al Estado, hay que ser indulgente y no criticarle.


Y es cierto que ha cometido un error, porque no se puede dar a organizaciones  en las que campan algunos que creen que el triunfo empresarial, la creación de riqueza no debe ser recompensada. 


Amancio: mientras esos estén ahí, no de su dinero al Estado, déselo a quien se lo agradezca:  Cáritas, San Juan de Dios, Médicos sin Fronteras, a cualquier otra organización en la que no campen demagogos y donde le van a estar eternamente agradecidos por esas valiosas maquinas para la lucha contra el cáncer.


Y le llamarán filántropo, no como esos que como se limitan a coger no saben apreciar el valor del éxito por el esfuerzo.


No es broma

lunes, 5 de junio de 2017

El 'show' de Podemos


Este es el titular del editorial de  “El Pais” de 30 de Mayo. Es un titular acertado, sin embargo el análisis que se contiene en el mismo es ingenuo.


Pero no es solo “El País”, parece como si todos los analistas políticos no fueran conscientes de que los actos de Podemos, no deben analizarse por su contenido político sino por su eco mediático.


No olvidemos que Iglesias no ha llegado donde está por su ideario político; el más antiguo y obsoleto del mundo, sino porque fue catapultado meteóricamente por los medios de comunicación y él, consciente de ello, intenta servirse de ellos para mantenerse, y lo consigue.


¿Acaso cree alguien que tal como no se cansan de repetir, la moción de censura tiene como objetivo desalojar a Rajoy del Poder, ¿Cree alguien que el objeto de la moción de censura sea perjudicar al PSOE?, ¿o que Iglesias está preocupado por el escaso apoyo que va a conseguir en el Parlamento?.


Pues no, todo lo que acabo de decir le importa más bien poco; la moción de censura tiene, como todo lo que hace Podemos, un objetivo bien distinto y simple: salir en los medios, y este objetivo ya se ha alcanzado con creces. En definitiva la moción de censura de Podemos ha sido para ellos un éxito, y seguirá siéndolo por un tiempo.


Lo importante es salir en los periódicos, no importa cómo, siempre encontrará un motivo para ello: lenguaje impropio en el Parlamento,  el autobús de “la trama”, moción de censura, lo que sea, la cuestión es que el nombre Podemos se repita cada día. Ya lo decía Helenio Herrera maestro de entrenadores, “lo importante no es que se hable bien o mal, lo importante es que se hable”. 


Con el tema de la moción, llevan saliendo en los medios cada día desde hace más de un mes, los analistas seguirán analizando y pronosticando hasta los debates de la propia moción, y luego vendrán los ecos de la misma. Tienen garantizados a los medios de comunicación hanta finales de Junio, éstos les van a dedicar todavía más horas de audio, video, y toneladas de tinta y papel. ¿Cuánto vale eso en términos de publicidad?, muchos millones diría yo.


Veremos que va a ser lo próximo, porque seguro que ya está buscando un nuevo show para Julio.


Desde hace meses, cada vez que miro la TV, siempre veo a Iglesias o a sus adláteres, sin embargo a Rivera solo lo veo de vez en cuando, porque este último no se dedica al show, aunque, como todos, conoce la importancia de salir en la foto. Pero a algunos les da vergüenza, porque para hacer según que números, hace falta tener mucha cara, los seguidores adecuados y no tener miedo al ridículo.


Pero ojo, todavía no hay elecciones a la vista, y  habrá que hacer mucho show para seguir en primera linea, y con los shows prolongados, puede pasar como en esas series de TV  de muchas temporadas, que al principio arrasan y que después de tantos episodios sobre lo mismo, solo las ven unos cuantos,  los guionistas ya no saben que escribir y aburren a la gente.


No sé porque me viene a la memoria aquel jugador de futbol,  el “Burrito Ortega”, que porque, consiguió unos cuantos  penaltis tirándose dentro del área, después abusó tanto de ello  que después,  los árbitros ya no  le concedían siquiera los penaltis de verdad.


No es broma