MATEMATICAS SOCIALES
it=es (INJUSTICIA TRIBUTARIA = ECONOMIA SUMERGIDA)
El partido socialista y los sindicatos, siguen erre que erre con la historia de los defraudadores de la economía sumergida, siguen sin querer ver que los interlocutores válidos para los problemas económicos que sufrimos, no son los principales empresarios del país, porque ellos no representan a la economía global de España, tan solo a la economía mas rentable, aquella que tiene poder para cumplir con las exigencias tributarias que se exigen para contratar trabajo y para discutir con los sindicatos los convenios colectivos.
La economía sumergida, no es solo una economía de defraudadores y delincuentes, aunque los haya, es también la economía de quienes tienen pequeños negocios familiares, pequeñas empresas y autónomos cuya rentabilidad no permite pagar unas cuotas tan elevadas a la Seguridad Social, y se resisten a cerrar sus negocios o a parar sus actividades, porque bien o mal viven de ello.
No se puede pretender que persiguiendo a este sector de la economía, por muy sumergida que esté, se vaya a conseguir que todas estas cuotas que están dejando de pagarse, vayan a ser pagadas, porque quien no puede pagar, no lo va a hacer por el hecho de que le descubran, lo máximo que van a conseguir, es sancionarle, embargarle lo que tenga si no puede pagar y cerrarle el chiringuito, y si tiene un trabajador ajeno o una esposa e hijos que trabajan, dejarlos a todos en la calle.
Si se quiere acabar con la economía sumergida, lo primero que hay que hacer es acabar con las causas que la motivan, o sea, tan solo cumpliendo con la Constitución Española y con que las cotizaciones a la seguridad social se hagan en función de los ingresos de las pequeñas empresas familiares. Mediante un sistema progresivo, se acabaría con el problema, entonces los que siguiesen sumergidos, posiblemente pudiesen ser considerados defraudadores, ahora no; claro que esto no interesa a las grandes empresas rentables encabezadas por Emilio Botín, que son las que el Gobierno consulta;
Esto no lo pueden comprender personas que jamás han tenido un pequeño negocio o ni siquiera una nómina, ni tampoco, quienes proceden de la gran empresa, o sea, las personas que normalmente componen los gobiernos de nuestro país: políticos profesionales; algunos de los cuales tienen su primer empleo en su partido y son asesorados por funcionarios, economistas teóricos en macroeconomía, que también han accedido mediante oposición directamente desde la Universidad a la Administración.
Las empresas sumergidas, por definición, no están representadas por asociación alguna, pero el Gobierno, sin duda, no tendría problemas para consultarlas antes de pasar a la acción, pues por consultar a sumergidos ha consultado incluso a la ETA.
No es broma
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