LOS DERECHOS DE LAS MUJERES
Por mucho que nos empeñemos en demostrar lo contrario, las mujeres no son iguales que los hombres, la naturaleza decretó que la raza humana al igual que casi todas las razas, estuviese formada por dos géneros distintos, y les encargó funciones distintas y por ello, dotó a cada uno de los géneros con facultades distintas de acuerdo a la función que les tenía reservada. En el ámbito de la naturaleza claro está.
Ocurre que la naturaleza, no parece se haya ocupado de temas de derechos ni de justicia, siquiera en su sentido material, y ello ha permitido que a lo largo de milenios, la fuerza superior que otorgó al género masculino, haya sido utilizada para someter al genero femenino provocando una desigualdad injusta, pues está claro que en el genero humano, lo que prima es la inteligencia, y que tan inteligentes son los hombres como las mujeres.
Claro, pero es que aunque iguales intelectualmente, no se puede obviar que las mujeres y los hombres son diferentes, especialmente porque las mujeres son las que tienen los hijos, y eso no se puede cambiar, y que debido a la incapacidad del individuo humano de valerse por si mismo desde el mismo día de su nacimiento, se traduce en que dada su condición de mamíferos, los hijos dependen de sus madres para todo, incluso para comer, cuestión esta para la cual no están dotados los hombres. En resumen la naturaleza ha reservado a las mujeres el papel más importante de la reproducción humana, y el mas duro excepto el ejercicio de la violencia, que tras la creación del Estado ya no es necesario que sea ejercida constantemente, pues éste ha asumido el monopolio de la misma; la mujer pues, no recibía una contraprestación masculina por sus esfuerzos naturales al no necesitar que el hombre la defienda con la fuerza.
Sin embargo y por lo dicho anteriormente, la mujer necesitaba que el hombre aportase el sustento diario puesto que el cuidado de la prole la limitaba en su consecución, pero finalmente el Estado (aunque no muy eficientemente) también ha podido ocuparse de ello, por lo tanto, tampoco es estrictamente necesario que el hombre mantenga a la mujer, por lo menos en los estados modernos.
Hasta aquí todo perfectamente comprensible, por lo menos para la mayoría, pero claro resulta que la naturaleza, aunque muy compleja, no tenía previsto que la mujer tuviese que pasar en momento alguno a desarrollar las funciones del hombre, ni que tuviera que compartir con él alguna de sus funciones relacionadas con la crianza de la prole, y ello trae malas consecuencias para el conjunto de la sociedad. La mujer tiene ahora muchos mas derechos, pero se le han querido otorgar tantos, que ahora dichos derechos han pasado a ser nuevas obligaciones.
Se interpreta como un derecho el que la mujer tenga que trabajar, también se considera un derecho el que las mujeres se integren en los ejércitos y empuñen las armas en las mismas condiciones que los hombres, y otras cosas en las que no voy a entrar, pero que son muchas. Pues bien el derecho de la mujer a trabajar consistiría en que la mujer pudiera trabajar si así lo desease, el problema, es que ahora la mujer tiene que salir a trabajar tanto si lo desea como no, el trabajo de la mujer se da por descontado, no se va a trabajar en lugar de quedarse en casa a cuidar y educar a sus hijos porque se sienta libre de hacerlo, sino porque no le queda mas remedio, pocas familias pueden vivir dignamente con solo un salario, la sociedad se ha replanificado contando con que en las familias trabajen todos. .
Cabría preguntarse si se puede considerar un logro, un avance para la mujer el sacarla de su devaluado rol de ama de casa; yo creo que no. Y lo que es mas, ello trae consecuencias para la sociedad, la educación de los hijos ha sido transferida íntegramente al Estado desde que empiezan a andar, los niños son frecuentemente educados por gente sin mas motivación que su salario, no se les inculca principio moral alguno que rija sus vidas, salvo que todo es valido con tal de que no te pillen: malo para el conjunto de la sociedad.
Y es que los derechos son derechos cuando significan una opción, los derechos irrenunciables, a menudo se confunden con las obligaciones. A las mujeres se les ha cambiado la obligación de ser amas de casa por la obligación de tener que salir trabajar; ¿es eso un progreso social?, yo creo que no, y al final va a resultar que todo lo que sea alterar el orden natural es pernicioso, la libertad e independencia de la mujer, no son esto.
En lugar de tanta lista paritaria, tanto intento de feminizar consejos de administración por ley y tanta demagogia, lo verdaderamente progresista sería en dotar a las mujeres de instrumentos para que pudiese elegir por si mismas su papel en la sociedad.
Las cosas irían mucho mejor.
Para todos
No es broma