sábado, 26 de mayo de 2018

ENTRE RUFIANES

Recuerdo una noticia en el periódico de cuando era pequeño: un juez había autorizado el cambio de apellido de dos ciudadanos, uno se apellidaba Lechuga y el otro Macarrón. Incluso dentro de la rigidez del Registro Civil de aquellos tiempos de Franco había cierta piedad para quienes tenían nombres susceptibles de burla.


Por lo dicho anteriormente me choca que existan todavía nombres como el del  denostado diputado Rufián, aunque comprendo que cambiarse el apellido es en cierto modo una afrenta a tus antepasados. Yo nunca me cambiaría ni mi nombre ni mi apellido, porque el nombre me lo pusieron mis padres y el apellido es el de mi familia a la que nunca voy a renunciar ni siquiera en las formas.


Pero el motivo por el cual me he desviado, antes de empezar, es que me ha venido a la cabeza la palabra “rufián”, no porque un diputado lo lleve como apellido, sino porque cada vez se ven en nuestro sistema político más rufianes sin principios.


Por ejemplo: ¿Qué es sino un rufián, una persona que en medio de una crisis que afecta a la unidad de España, presenta casi con nocturnidad, sin siquiera consultar a la ejecutiva de su partido, una moción de censura contra el Gobierno a sabiendas que solo la puede ganar con el voto de los enemigos de España?. Y la precipitación, solo para impedir que el Presidente del Gobierno pueda adelantársele y convocar elecciones, aunque se sepa que eso no va a ocurrir, pero por si acaso.


O sea que le importa un comino la corrupción del PP, y la crisis que sufre España, lo único que quiere es conseguir la presidencia del gobierno, aunque ello sea fatal para la nación,  porque si por la corrupción fuese,  no intentaría impedir la  posible celebración de elecciones presentando una  moción a la apertura del registro del Congreso y sin avisar.


 Si va a salir con el apoyo de los independentistas, ¿cómo va a cambiar el Código Penal para poder actuar contra el independentismo?, ¿cómo va a aplicar el 155 si hiciese falta?, como prometió la semana pasada, cuando quiso presentarse como un hombre de Estado. 


Como se, ve no solo no es hombre de Estado, ni siquiera tiene ética, es un rufián. Ya tenemos pues otro rufián, aunque no sea de apellido.


Luego tenemos a otro, que después de estar cobrando sobresueldos que constan en una contabilidad "B" cuya autenticidad  fue confirmada por todos los peritos, no solo no dimitió, sino que encima se autoproclamó adalid de la lucha anticorrupción, y cuando la justicia le dice mediante sentencia, nada menos, que su testimonio no es creíble y que la existencia de la caja B de su partido, de la cual cobraba en negro,  es una prueba irrefutable, nos sale con el rollo de que ningún miembro de su gobierno ha sido condenado y que se trata solo de una responsabilidad civil.


Y en lugar de convocar elecciones, y dimitir acto seguido,  obligando al otro a retirar la moción de censura, al quitarle las razones, por mucho que no quiera – para mí la tramitación de la moción comienza con la admisión a trámite por la mesa, no por presentarla en el registro- ;  pues no, va a plantar cara a ver si se raja alguien y la moción no prospera.


Eso es una manera legítima de ver las cosas, pero, ¿qué pasa con España? Y si no le importa España, ¿Qué pasa con su vergüenza, o es que a estas alturas va a seguir con el rollo para tontos de que durante 18 años estuvieron haciendo una contabilidad B, falsa y a mano, solo por fastidiar.

Otro rufián.


Y encontraríamos muchos más, nuestra política está entre rufianes, el parlamento rebosa  medradores. Al final va a tener razón aquel  general gallego: los partidos políticos son la ruina de España.

No es broma

viernes, 18 de mayo de 2018

POR 30 MONEDAS DE PLATA

En 1995, el PSOE decidió acometer la reforma del Código Penal. Esta reforma encabezada por el superministro Belloch, suprimió del Código Penal de 1983 el artículo 214, que había venido figurando desde el siglo XIX, y que castigaba con penas de prisión de 6 a 12 años la proclamación de la independencia de un territorio de España sin necesidad de que hubiera violencia, tipificándolo como un delito de sedición impropia.


Aunque hubo muchísimas críticas al Código de 1995, la supresión del mencionado artículo paso desapercibida, y es ahora cuando nos damos cuenta de la barbaridad que se cometió pues con dicho acto, se desarmó al Estado frente al nacionalismo independentista.


Ahora proclamar la independencia, no es delito y por dicho motivo, tenemos que intentar  encajar la declaración de independencia del Parlament catalán, en el delito de rebelión, que está pensado para un golpe militar. De momento no nos está yendo muy bien que digamos y ello nos está dando problemas en el extranjero con el tema de las extradiciones.


Pero claro, aunque nadie tiene una explicación del porqué se suprimió el mencionado artículo 214 que castigaba la proclamación de independencia, sí que hay una y bastante clara:


En 1993, hubo elecciones generales en las cuales el PSOE sacó 159 escaños en el Congreso, no llegaba a la mayoría de 176 votos necesarios para investir a Felipe González. Pero como ya era costumbre entonces, esa mayoría se podía conseguir con los nacionalistas, pagando un precio, claro, y además bastante caro como siempre: transferencia de competencias, retirada de recursos de inconstitucionalidad, dinero, etcétera; lo que fuese,
sin rechistar, para conseguir la presidencia del gobierno,  el precio era lo de menos aunque se vendiese a España.

Pero claro, habiendo una reforma del Código Penal a la vista, sí vieron los nacionalistas la oportunidad de eliminar, a cambio de su voto de investidura, las trabas para una futura declaración de independencia, que si bien entonces no era previsible para el ministro Belloch, ya estaba en la mente de los nacionalistas, este ha sido siempre el  objetivo final de los nacionalistas; total, que con la máxima discreción se eliminó el articulito, ¿total que iba a pasar?, lo que cuenta es la presidencia del gobierno y nadie se va a enterar. Y muy pocos se enteraron o dijeron algo, que yo sepa.


La votación de investidura de Felipe:
PSOE         159
CIU              17
PNV              5   
TOTAL      176  votos


Los justos para investir a Felipe. Los de su partido y los de los nacionalistas.


Pues bien por esos 22 votos de CIU y PNV vendió el PSOE la mejor arma legal para la  contención de una declaración unilateral de independencia.


Como a otro, que hace muchos años, vendieron por 30 monedas de plata.

Por supuesto que posteriormente, el PP, con mayorías absolutas, no se le ocurrió restituir el artículo, no vaya a ser que un día necesitasen a los nacionalistas. Nada de molestar a los nacionalistas.


Como ahora por ejemplo, por los votos del PNV necesarios para aprobar los PGE que garantizarán que el PP termine la legislatura en el Poder, van a levantar el art. 155 CE, saliendo corriendo de Cataluña y con el trabajo sin hacer. Eso sí, con la promesa de volver, pero los independentistas, esta vez, no se van a dejar pillar y seguirán haciendo lo mismo pero de forma menos ostentosa.


Total, nada ha cambiado ni va a cambiar el PNV no quiere 155, tiene los votos y manda. Y como es natural, el PSOE prefiere eso antes que prestar los 5 votos que se necesitan para aprobar los presupuestos y poder mandar a los nacionalistas a freír espárragos. No se vaya a molestar la “militancia”. 


Pues ya sabemos a quién votar. A quien no votar quiero decir.


No es broma

martes, 1 de mayo de 2018

EL SINDROME OCCIDENTAL DELSEXO DEBIL

Voy a narrar un caso criminal imaginario: imaginemos las fiestas de San Fermín, camisas blancas, pañuelos rojos, vino a tutiplén,  5 hombres jóvenes y fornidos ven a un chico de 18 años borracho, y para saciar sus instintos primarios (como una manada de lobos) lo meten dentro de un portal y le dan no menos de 5 puñaladas cada uno, no se lo comen, pero lo dejan en el lugar, muerto. Posteriormente los autores son detenidos,  presentados  ante un juez que decreta prisión preventiva.


Pasa el tiempo, se celebra el juicio y el tribunal los condena por homicidio al considerar que no concurren las circunstancias exigibles en un asesinato,  aunque se podría haber interpretado que hubo ensañamiento. Total 12 años de prisión a cada uno, una bagatela, podrían salir en 9.


Me imagino la respuesta popular: manifestaciones en toda España, con slogans “no es homicidio, es asesinato” y  lo normal, declaraciones de asco por parte de Podemos, críticas a los jueces, reproches al CGPJ por parte de miembros del Gobierno etcétera, los cimientos del Estado Democrático con separación de poderes se agrietan.


Como todos sabemos, no sería así, solo unas noticias en el telediario, una referencia en los medios y sin pasarse,  por una sencilla razón, y es que en España, y en el Mundo,  los homicidios y los asesinatos, pasan casi desapercibidos porque ocurren con frecuencia. Organizar manifestaciones es impensable porque no tienen posibilidad de movilización ni rentabilidad política.


Y yo pregunto: ¿Quién sale peor parado: un chico acuchillado y muerto o una chica violada y viva por mucho que el hecho la marque psicológicamente?.


Estamos envueltos en una especie de bluf, un montaje propagandístico duradero y sin razón en cuanto a la vulnerabilidad de la mujer, que va en sentido contrario a lo que pretende defender, porque la mujer de nuestra sociedad no es débil ni desvalida aunque
lo fuera en otros tiempos ya lejanos. Por supuesto que no me refiero a esas mujeres de otras “culturas” obligadas a la ablación, al burka o al nikab, o al matrimonio forzoso. Esas no dan rédito electoral, ningún populismo se moviliza por ellas. 

Porque pretender que una mujer de nuestra sociedad es débil y desvalida cuando la legislación le otorga los mismos derechos que a un hombre, es lo mismo que afirmar que es inferior, y la mujer estará socialmente en plano de igualdad en nuestra sociedad el día que todos entendamos que no necesita protección, que con iguales armas se puede defender igual que un hombre, y que hay que tratarla igual que a los demás, eso es precisamente la igualdad.


Violar a una mujer es un delito repugnante, multitudinariamente lo es todavía más, pero no más que otros delitos, quienes hacen de una violación una especie de Razón de Estado, lo único que están haciendo es proclamar la inferioridad de la mujer, porque la violación está penada por la Ley dura y proporcionadamente. 


No es broma