viernes, 24 de noviembre de 2017

PUIGDEMONT: ¿UN HEROE,
 O UN ILUSO?


La verdad, si no fuese por el mal que ha hecho a Cataluña y a España, sentiría pena por él, me refiero a Puigdemont. Le veo constantemente en los medios, haciendo como que lucha por la independencia de Cataluña con nuevos proyectos electorales y pretendiendo que su preocupación única es la consecución de la libertad y la democracia para su patria colonizada por el opresor Estado Español.


Sin embargo, a menos que sea un fanático dispuesto a dar cualquier cosa por su proyecto imposible, o un tonto integral que no se entera, su preocupación es bien distinta y seguro que no duerme lo bien que él quisiera, porque  sabe que mas tarde o más temprano,  va a perder o la libertad, o la hacienda y el arraigo.


Por mucho que gane un escaño en el Parlament  o una plaza en el Govern, o incluso volviera a ser President, su destino es la cárcel. En el momento que ponga un pie en España, será detenido e ingresado en prisión, sin perjuicio de que quede momentáneamente en libertad bajo fianza a la espera de juicio, cosa por lo demás complicada por su huida.


Y es que no puede ser de otra manera, y parece que la gente no entiende, que la política es una cosa y la justicia es otra y que por mucho que pacte con el Gobierno, por muchas
pancartas con su nombre que sus acólitos saquen a la calle, aunque fuesen millones, ningún político del signo que sea, puede hacer nada por él. De la justicia solo puede salvarlo una sentencia absolutoria y por lo que se ve a simple vista, no parece que esta sea una posibilidad dado lo que se le imputa.

Es verdad, su juicio puede tardar meses, o incluso años, pero al final se va a celebrar como ha ocurrido con Gurtel, por ejemplo, somos un país garantista las cosas van lentas, quizás demasiado, pero al final todos los expedientes penales, s
alvo muerte previa del reo suelen quedar resueltos con una sentencia, o varias.

Lo que está claro es que va a ir a la cárcel si vuelve a España. Posiblemente por muchos años.


Podría ocurrir, y no es descartable, que algún juez Belga tuviese en cuenta sus alegaciones de falta de garantías judiciales en España, digo que podría ocurrir, porque ya ha ocurrido en el pasado, y el juez, repito, denegase su devolución a España, pero ¿sería eso mejor que volver e ir a la carcel?.


Para empezar, tendría que quedarse en Belgica de por vida, sin poder siquiera viajar a otro país europeo, perdería como seguramente va a perder, todos sus bienes, incluido su chalet de tres plantas cerca de Gerona y su parte de la pastelería, si es que la tiene. Tendría que comenzar una nueva vida lejos de su muy amada Cataluña.


Eso a los cincuenta y cuatro años será muy difícil y penoso, lo digo con conocimiento pues yo ya los cumplí.

Supongo que no tendría problemas económicos, durante un tiempo hasta que le olvidasen,  teniendo en cuenta que Artur Mas, ni siquiera ha podido reunir 5 millones de Euros en toda Cataluña para evitar que le embarguen sus bienes, lo que nos da una idea de lo difícil que es sacar dinero a la gente por aquellos pagos, por heroico que sea su destino.


Trabajar le iba a costar, con un par de cursos de filología catalana en su haber, algunas crónicas de fútbol escritas para un periódico de provincias y el resto de su tiempo viviendo de la política, no parece que pudiese completar un curriculum minimo para conseguir un empleo que no fuese manual. Aunque quizás podría encontrar un enchufe para enseñar lo que sea en una escuela flamenca, pero no habla holandes y los flamencos nada quieren que se enseñe en Francés, también tienen su inmersión.


Por eso  Carles, en realidad te admiro por tu entereza. Si eres capaz de estar organizando nuevos gobiernos, nuevos procesos, pactados o sin pactar, con la que se te viene encima, pues, debes ser un súper hombre o un súper tonto, ya se verá.
 

No es broma

domingo, 12 de noviembre de 2017

LA PRISIÓN Y LAS IDEAS

Voy a escribir sobre algo que por su obviedad nunca me he atrevido a escribir para no ofender, por simplismo,  a mis pocos pero muy instruidos lectores, pero no va por ellos, sino que es una especie de  brindis al sol, por si algún ilustre ignorante se asomase a esta página:


España es un país democrático donde se cumple uno de los principios básicos de la democracia, que es la separación de poderes,  que son: el legislativo, el ejecutivo y el judicial; como que estamos en un sistema parlamentario, ocurre a veces que el poder legislativo se identifica un poco con el ejecutivo, que es quien tiene la principal iniciativa legislativa, pero en cuanto al poder  judicial, este nada tiene que ver con el legislativo, ni con el ejecutivo, o sea con el Gobierno. Esta separación no es perfecta, como no es perfecta ninguna democracia en su conjunto, pero coincide bastante con el sistema de  las demás democracias parlamentarias de nuestro entorno.


Dicho esto, resulta llamativo ver como gente supuestamente culta, como los de Podemos, habla constantemente de presos políticos, cuando se supone que sus líderes son profesores universitarios, pero claro, también es verdad que en en nuestras endogámicas universidades de las que no figura ninguna entre las cien mejores del mundo, el ser profesor, no es garantía de sapiencia ni incluso del mínimo de cultura general que se le presupone. Por supuesto que actuan de mala fe interesadamente, y para mi equivocadamente, por unos votos.


Yo conozco alguien que está en la cárcel por sus ideas, tuvo la idea entrar a robar en un bar escalando la pared trasera, lástima que le detuviesen con lo robado, porque la idea era buena. Lo mismo les ocurre a los consellers y miembros de la mesa del Parlament, tuvieron la idea de organizar un número inconstitucional y tipificado de independencia, y ahora están en prisión preventiva, también por sus ideas.

La verdad es que la mayoría de los delitos que se cometen, van precedidos de ideas, por lo cual España, y el resto de Europa, me atrevo a decir,  tienen sus cárceles repletas de gente condenada por sus ideas.


Bueno, sarcasmos aparte, los que tienen ideas delictivas, no son condenados por ellas sino por llevarlas a cabo, o sea, por cometer delitos.


Pues bien, debido a la separación de poderes, es impensable que el Gobierno pueda ordenar a un juez, o incluso sugerirle, que decrete la libertad de un preso aunque sea preventivo. Una vez que algún supuesto malhechor entra en la rueda judicial, ya nada puede hacer el Gobierno.


Es comprensible que una muchedumbre de ignorantes, aunque  la mayoría de buena fe, salga a la calle a pedir la libertad de unos presos, ya sabemos cómo funciona nuestro sistema educativo, pero es flagrante que algunos políticos bien conocedores del tema, sean quienes organizan la manifestación  a sabiendas de que la libertad que piden no es una decisión política, sino judicial y por lo tanto la única manera de conseguirla, es mediante un recurso razonado, que seguramente ya habrán hecho sus abogados, en el que se desvirtúen los argumentos del juez que los envió a la cárcel cautelarmente.


Pues bien, estas manifestaciones, bien organizadas, para presionar al Estado, son las que refuerzan, el carácter de sedición e incluso de rebelión de los presuntos delincuentes cuya libertad piden los independentistas y algún otro con coleta. Y no lo digo yo, lo dice el juez instructor del Tribunal Supremo en el auto por el que decreta la prisión eludible con fianza de la señora Forcadell y otros miembros de la mesa del Parlament. Recomiendo su lectura, está en la red.

No es broma 

jueves, 2 de noviembre de 2017

MARIANO PIRRO

Pirro fue un general griego que tras vencer a los romanos, aunque sufriendo muchas bajas, optó por volverse a Grecia sin mantener la posición. De ahí viene el nombre de victoria pírrica que hace referencia a las batallas en que el objetivo a conseguir vale menos que los daños a sufrir para su consecución.


Mariano Rajoy ha activado el artículo 155 CE para conseguir volver a la normalidad constitucional, lo cual está muy bien, lo malo es que cuando día 21 del próximo mes se celebren las elecciones autonómicas, volverá a dejar las cosas tal como están sin haber arreglado lo que habría que arreglar para que la “normalidad constitucional” fuese por lo menos, duradera.


El problema es, que los “costes” van a ser los mismos que si el Estado se hubiese tomado 6 meses, como se dijo en un principio, y que antes de celebrar elecciones, hubiese arreglado sin miedo, todas las cosas que han permitido que el independentismo llegase a donde está ahora y que van a seguir igual después de las elecciones del 21 de Diciembre.


En primer lugar, y casi con seguridad, los resultados electorales, van a ser los mismos, sino peores, y por lo tanto, los medios de comunicación públicos de Cataluña, van a seguir siendo controlados por un Parlament nacionalista: la enseñanza seguirá siendo controlada por una Generalitat nacionalista, y Omnium Cultural, la ANC, y otros, continuarán sus labores de movilización con los mismos recursos públicos que están recibiendo hasta ahora.


En resumen, la factoría de independentistas sale casi indemne. El independentismo seguirá subiendo y el futuro de Cataluña continuará siendo incierto.


Eso sí, la imagen de Rajoy también sale indemne, que es lo que le importa, se conforma con aplazar el problema y tener al  PSOE contento, lo cual es una estupidez, pues  Sánchez no mantendrá la tregua más allá del final de la intervención, si no antes.


Por otra parte, los problemas todavía no han comenzado, los jueces de instrucción podrían verse obligados a  decretar prisiones preventivas, y órdenes europeas de arresto, que a su vez ocasionarán  recursos ante los juzgados belgas, o peor sería todavía traer esposados a declarar ante la Audiencia Nacional a los que están en Bélgica. 


En definitiva, “mas presos políticos” en la prensa internacional y movilizaciones a cargo de los independentistas. Todo ello durante el periodo de campaña electoral.


Estos son los primeros costes previsibles, menos de los que se preveian en un principio, ojalá sean los únicos, ojalá me equivoque.


Tampoco se puede pedir que los fiscales no pidan prisión porque eso sería dar la razón a los que dicen que la política tiene prioridad sobre la Ley, o sea la quiebra del Estado de Derecho.


Si se hubiera puesto una fecha para elecciones un mes más tarde, por lo menos habría habido la oportunidad de una campaña electoral más tranquila cuando la situación se hubiese enfriado algo y los independentistas se hubieran desmovilizado por cansancio.


Pero aquí de lo que se trata, como siempre, es de tirar balones fuera y aplazar el problema esperando que  se pudra, pero  eso no va a pasar, hay demasiada gente cuidándose de mantenerlo vivo. Hemos perdido una gran oportunidad.



Mariano Pirro no se entera; dan ganas de llorar.

No es broma