jueves, 20 de julio de 2017


EL CIRCO JUDICIAL


La administración de justicia, se está  podemizando, cada vez está más en la calle y cada vez peca mas de populismo justiciero olvidando los principios que deben adornar esta institución que tan alejada debería estar del mundo del espectáculo.

Y no sé si es la policía o el propio juzgado el que organiza estos shows mediáticos, como el de la detención de José Ángel Villar, pero en cualquier caso la policía está subordinada al juez cuando actúa como policía judicial, por lo cual la responsabilidad no se le escapa al juez que ordenó la detención.

Ya fuimos testigos de cómo el juez Castro permitía en Palma, la transmisión casi en directo, de los interrogatorios de la princesa Cristina y de Urdangarín, ya vimos la detención de Rodrigo Rato, un número de circo, en el cual incluso, un agente de aduanas se sintió, obligado por las circunstancias televisivas, a bajar con la mano la cabeza de Rato para que entrase en el coche, como en las películas americanas Por no hablar de la actuación del juez Elpidio que quiso actuar como juez estrella y justiciero aprovechando los datos de Wikipedia.

Y es que no se comprenden los números teatrales como el que acabamos de ver con respecto a la detención de Villar: Guardias civiles con chaleco antibalas, centinelas armados en la puerta de la federación (los más corpulentos del cuerpo, claro, lo mejor para la tele) y por supuesto todos los medios de Madrid, acompañando a la policía,  fotografiando y filmando la detención, e instalando cámaras sobre trípodes enfocadas hacia el interior del edificio.

Todo ello vergonzante, no tanto para los medios puesto que esos van a lo suyo, a informar, pero la justicia no puede caer en la desproporción, a facilitar la pena de telediario, especialmente cuando se trata de una actuación inicial, en la que todavía no se han presentado pruebas, que seguro que las hay, pero no justifican ese despliegue de medios ya que los detenidos, no solo no eran violentos, sino que ni se les suponía.

Y es que los jueces estrella y los justicieros no casan con el “show business”. Y para que la justicia sea igual para todos como prescribe el artículo 24 de la Constitución, da igual que sea Villar, Rato o Blesa, son presuntos delincuentes financieros y como tales se les debe tratar, a la justicia auténtica, le da igual sin son presidentes de federación, ex ministros o ex directores de banco.

La culpabilidad se declara en los juzgados, no ante los medios y en la calle y no hacen falta ni chalecos antibalas ni los guardias más fuertes del cuerpo para efectuar una detención de este tipo. Y mucho menos, retransmisiones en directo organizadas por la propia administración de justicia.

En este país, todos tenemos derechos constitucionales, incluso los que se presumen delincuentes, porque uno de los principales derechos es que todo el mundo es inocente mientras no haya una sentencia firme. Y Villar, aunque probablemente lo sea, ya ha sido declarado culpable sin juicio.

Y esto es más propio de una república bananera que de un país serio. Los juzgados, no pueden ser una delegación de medio alguno. 

No es broma

viernes, 14 de julio de 2017




 EL REY

Casualmente, por ver algo, me puse a ver una conexión de TVE cubriendo la visita del Rey de España al Reino Unido, y la verdad, me ha enganchó, me sentí orgulloso de ser español en Inglaterra, aunque vivo en Mallorca.

Solo de ver como
todo el cuerpo institucional británico se volcaba en atenciones al Rey: la familia real, El Parlamento, los líderes políticos, el alcalde de la City - centro financiero británico, y posiblemente mundial-, todo ello, me ha hecho reafirmarme en mi convicción de lo importante que es para España la monarquía constitucional.

Por otra parte, el Rey, cuyos discursos,- aprobados por el Gobierno, como es natural- han sido pronunciados en lugares estratégicos, con reclamaciones, como la de Gibraltar, y la defensa de los ciudadanos y empresas españolas en el Reino Unido, con elegancia, sin ofender a nadie, en inglés y en español, demostrando que lo que se invirtió en su preparación, fue una gran y rentable inversión.


Aunque ya sabido, España queda ante las instituciones británicas como un país de alto nivel en todos los sentidos, como una potencia mundial, si no militarmente, si como cultural, económica y sobre todo democrática, homologable con las primeras democracias del mundo.

 
La visita del Rey, no es la visita de una persona con privilegios heredados, como creen algunos ignorantes  de los que se nutren algunos partidos. La visita del Rey, ha sido la visita de España, como nación, a otra nación aliada con la que nos unen lazos de todo tipo a pesar de algunas discrepancias.


El Rey es un símbolo, cuando se desplaza, lo hace representando al pueblo de España, no pertenece a ningún partido, nos pertenece a todos, es como si fuese una bandera viviente, su imagen es la de España.


No tiene Poder, solo la representación, básicamente. Esos que dicen que no ha sido elegido, parecen olvidar que el sistema fue ratificado en referéndum por todos los españoles. No todo puede ser elegido para que haya democracia, los jueces, - y esos tienen un poder inmenso-  tampoco son elegidos, porque si lo fuesen, no podrían ser independientes.


Y aunque a algunos no les vaya a gustar lo que voy a decir, no me puedo imaginar a alguien de tal o cual partido, acudiendo a representar a España, con coleta, tatuajes en los dedos, y una camiseta  con inscripciones reivindicando,
por ejemplo, los derechos de los okupas.

Lo siento, pertenezco al sistema. Sistema que podría ser mejor pero llegados a este punto, solo se puede cambiar a peor; como se dice en mallorquín: “qui barata, es cap se grata”.

(baratar=cambiar).
 

No es broma

miércoles, 5 de julio de 2017


FORMACION DEL ESPIRITU NACIONAL


Leo una noticia donde  la vicepresidente del gobierno
dice que al Estado le bastan 24 horas para paralizar la ley del referéndum catalán. A pié de noticia dice un comentarista: 

¿Y por qué no se recupera la educación en 24 horas y se acaba con la factoría del independentismo........?
 Parece ser que los lectores ven más claro que los políticos, pero yo creo que no, lo que pasa es que algunos creen que todavía se pueden sacar votos de Cataluña de entre los nacionalistas no independentistas.

Les importa España, pero les importa más aún conseguir o mantener el sillón.


Me gustaría que alguien del Gobierno, y sobre todo de la oposición, saliese a contestar esta pregunta cuya respuesta es obvia.  Pero más me gustaría que alguno de esos que piden diálogo, nos dijesen de una puñetera vez de que hay que hablar.


Hablar no consiste en llegar y decir buenos días, ¿Cómo está usted? en este caso, hablar consistiría  en ofrecer algo, dar algo, y no se me ocurre el que, el problema es que ya está todo dado, que se ha dado demasiado, casi todo en contra de lo que dice la Constitución Española.


La verdadera  solución está en quitar.


Y es lo que dice el comentarista, lo primero que hay que hacer es quitar la competencia de educación, y ¿cómo se la vas a quitar si te presentas en plan dar algo más, a cambio de que dejen el tema de la independencia?.


No hay solución posible que no consista en parar el adoctrinamiento de los niños, cualquier cosa que se pacte con Cataluña, si no va acompañada de una regularización de la enseñanza, no será más que un aplazamiento. En Cataluña todavía pervive aquella asignatura de los tiempos de Franco: Formación del Espiritu Nacional, y no es como antes una asignatura floja que todo el mundo aprobaba, sino una asignatura troncal, la más importante en la enseñanza catalana, aunque no figure en el programa.


Por eso quieren los independentistas que voten el referéndum los mayores de 16 años, porque saben que esos ya  están todos  adoctrinados contra España y su voto a favor de la independencia es seguro. Dentro de diez años, ya no habrá un 50% de independentistas, habrá un 70% como mínimo, solo hay que contar. Los no adoctrinados van muriendo mientras que los adoctrinados van ocupando su lugar.


Así que quien quiera preservar la unidad de España, lo tiene bien claro la única manera es hacer cumplir la Ley, sin miedo, no hay mayor democracia que hacer cumplir la Ley, porque la Ley en este país, la han votado todos los españoles, incluso los catalanes.

No es broma