viernes, 31 de mayo de 2013

 EL ESTADO SE PREOCUPA POR TI
EN BICICLETA, CASCO

Según Jean-Jacques Rousseau, los hombres en su estado de naturaleza eran completamente libres, pero carecían de seguridad. Para evitar estar a merced del mas fuerte acuerdan un contrato social implícito que les otorga cierta seguridad a cambio de ceder parte de la completa libertad de la que disponían, y el Estado, es la entidad creada para hacer cumplir el contrato.

De ello se deriva (obviando un par de páginas de matices), que un mayor número de derechos implica mayores deberes, y los deberes son en realidad una limitación de la libertad.

Así pues, es ventajoso estar bajo la tutela de un Estado que nos protege, lo cual representa aceptar una serie de leyes que garanticen nuestros derechos, y como mas derechos queramos tener, mas se limita nuestra libertad al tener que someternos a mas leyes, que nos crean mas obligaciones, pero que significan una garantía para los derechos de los demás, en su conjunto o individualmente.

 Pero hay un problema, y es que cuando se dictan leyes que afectan a la capacidad individual de decisión, sin beneficio para nadie, sino supuestamente para quien tiene que cumplir la norma, cuando el Estado nos obliga a hacer algo para nuestro propio beneficio, entonces ya nos situamos fuera del contrato social. El Estado deja de protegernos y pasa a tutelarnos, ejerciendo una especie de patria potestad.

Se da en estos momentos un debate sobre los cascos de los ciclistas, ya que el Ministerio del Interior trabaja en una reforma del Reglamento General de Circulación para “limitar” la circulación de las bicicletas en las aceras y obligar a los ciclistas a utilizar casco también en las vías urbanas, y algunos ayuntamientos se oponen.

La verdad, el tema ni me va, ni me viene, hace muchos años que no monto en bicicleta, ni siquiera sabía que ya fuese obligatorio el uso de casco en carretera, lo que verdaderamente me indigna, es la progresiva ingerencia del Estado en la vida de las personas. Me parece muy bien que se limite la circulación de las bicicletas por las aceras, puesto que ello afecta a los derechos de los peatones, sin embargo, ¿Qué le importa al Estado el riesgo que asuman las personas al no llevar casco, cuando ello no perjudica a nadie sino a ellas mismas?.

De la misma forma que ocurre con la prohibición de fumar en bares y restaurantes, cuando quien entra en ellos es consciente de que allí se fuma, y puede optar libremente por irse a otro local donde no se fuma. Si alguien libremente asume el riesgo de entrar arriesgando su salud, ¿Qué le importa ello al Estado?.

Ahora dicen que la comunidad Europea quiere implementar normas sobre el tamaño de las hamburguesas y las raciones de cierto tipo de comidas. ¿Es eso una función del Estado?.¿No es libre cada cual de comer, beber, o ponerse en la cabeza lo que le da la gana cuando las consecuencias solo a él le atañen?.

Si los gobernantes creen que la gente no tiene capacidad para saber lo que le conviene, lo que deben hacer es preocuparse, como mucho, en advertir de los riesgos derivados de ciertas conductas, pero nunca imponernos una, salvo claro está, en las situaciones que le corresponda ejercer su tutela: escuelas, prisiones, ejército etc.. Para ello tenemos a nuestros padres.

Porque sino, ya puestos, vamos a prohibir el alpinismo, las carreras de coches, el paracaidismo aficionado y cualquier  actividad que conlleve riesgo para nuestra integridad.

Y ya de paso, que nos obliguen a llevar pantalones cortos y uniforme.
 

No es broma

4 comentarios:

csc212 dijo...

La libertad lleva aparejada una gran responsabilidad, la libertad cuesta mucho.... por eso la mayoría prefieren un amo benevolo que ser libres, y por eso el estatalismo y el "paraiso comunista" ha tenido tan buen predicamento en la sociedad...

Luego así nos va, el supuesto "amo benevolo" y el "estado benefactor" no lo es tanto.... el amo roba, y el estado te da una prestaciones miserables, ni siquiera te protege adecuadamente (vease el codigo penal) ni te garantiza un bienestar (vease sanidad, educación y pensiones)

JIV dijo...

El problema es que la alimentación incide en la salud de las personas. Y por ende a la Sanidad y al Gasto Sanitario.

Al igual que ocurre con el casco de las motos, "Si bebes no conduzcas"; ponte el cinturón, conduzca con precaución, y todos los temas de seguridad vial. Un accidente le cuesta al Estado bastante dinero: Reparación de la zona accidentada, gastos sanitarios por la atención de los heridos, autopsias, recuperación de heridos graves.

No se trata de una tutela. En el fondo lo que trata es de mirar su propio bolsillo.

Y no se lo que es peor.

jiv

csc212 dijo...

Lo peor como siempre es el engaño.... que medidas recaudatorias como los radares, o para reducir (supuestamente) el gasto en sanidad como la prohibición del tabaco (eso sí sin prohibir su venta o cultivo, que da impuestos y pers en extremadura) se nos vendan como un bien para el ciudadano cuando no dejan de ser medidas para aumentar el poder y la discreccionalidad.

Tòfol dijo...

Es libre, quien no es esclavo, ni sujeto, ni impedido al deseo de otros de forma coercitiva. En otras palabras, lo que permite al hombre decidir si quiere hacer algo o no, lo hace libre, pero también responsable de sus actos.

http://nosonbromas.blogspot.com.es/2010/01/libertad-siempre-he-tenido-como.html