miércoles, 14 de septiembre de 2011

UN IMPUESTO CONFISCATORIO

Tengo dos amigos ex compañeros de instituto,  una vez finalizado el bachillerato, ambos entraron a trabajar en un banco local ahora absorbido por un gran banco nacional y prejubilados a su pesar, ambos fueron directores de sucursal en distintas sucursales del mismo banco.

Pues bien, uno de ellos: Alfonso se casó con una mujer muy partidaria, como él, de vivir una vida intensa, por lo cual, salían con frecuencia a cenar, a bailar, y a presenciar espectáculos, viajaban de vacaciones cada año en función de sus posibilidades, a las cercanías cuando las cosas iban mal, o a países exóticos, cuando las cosas iban bien; en resumen, jamás ahorraron un duro, pero les valió la pena, aprovecharon cada momento de su juventud. Ahora prejubilado, vive de su pensión en un pisito que les dejó su suegra.

El otro, Manolo, ce casó con una mujer como él, tranquila y ahorradora, ambos compartían la ambición de tener una bonita casa con mucho terreno, para tener un huerto y animales. Tuvieron suerte y encontraron una pequeña finca casi improductiva cercana a una playa, por la que pagaron, mediante hipoteca a 10 años, 900.000 Ptas. de las de entonces con un sueldo de 30.000 Ptas. Para ello, renunciaron a vacaciones, salidas nocturnas, y todo lo que fuera prescindible. Posteriormente, construyeron una casita y se mudaron. A cambio de una vida de austeridad, ahora prejubilado, disfrutan de una vida apacible en un lugar maravilloso, y además, han tenido suerte pues el lugar, se ha convertido en una zona de lujo donde tienen sus casas personas, nacionales y extranjeras con mucho dinero, se calcula que la finca podría venderse por algunos millones de euros.

¿Creen está bien que Manolo, por haber elegido pasarse su vida ahorrando casi todos sus ingresos, habiendo pagado religiosamente cada céntimo de sus impuestos, tenga ahora que vender la casa de sus sueños tan duramente conseguida por no poder pagar los impuestos sobre el patrimonio con su pensión de empleado de banca?.

 Es cierto que ha tenido suerte con la revalorización de sus terrenos y que si los vende deberá pagar impuestos por el beneficio obtenido, o que si se los deja a sus hijos, éstos pagarán el impuesto de sucesiones correspondiente, por el incremento de patrimonio, pues en eso consiste la progresividad fiscal, pero es injusto que a él le obliguen a pagar un impuesto simplemente por haber ahorrado, pues al tener que vender para pagar, el impuesto le priva del disfrute de sus esfuerzos y es confiscatorio.

¿Acaso debiera haber hecho lo mismo que Alfonso, que ganó lo mismo que él, pero todo lo gastó, y ahora nada tiene que contribuir?, ¿es justo tener que pagar impuestos sobre el dinero que ya pago impuestos en su día?, porque mientras no venda, el incremento de patrimonio, es teórico, lo único que tiene, es lo que ahorró, o sea lo que pagó, tiene que pagar por haber ahorrado.

No deben pagar impuestos los que mas tienen, sino los que mas ganan, porque si alguien después de pagar impuestos sobre sus ingresos se ve abocado a pagar otra vez por haberlos ahorrado, convertimos el impuesto en confiscatorio ya que no se grava un incremento de patrimonio, sino un bien que no produce ingresos, provocando una erosión progresiva del patrimonio, que en caso de persistir, llevaría a la extinción del mismo.

En esto consiste básicamente el impuesto del patrimonio, que quiere introducir el gobierno de Zapatero a propuesta del candidato Rubalcaba “para que paguen más los que mas tienen”, que suena a justo, pero que en realidad consiste en que paguen los que han ahorrado y nada paguen los que lo han gastado. Los mismos que quitaron el impuesto, “por injusto”, ahora lo restablecen para “que paguen los ricos”, consigna decimonónica y demagógica que creen que contará con la simpatía de los mas desfavorecidos, que ahora por culpa de ellos mismos, son muchos, y cuyos votos creen que van a conseguir restableciendo un impuesto injusto con apariencia de progresividad.

La progresividad, tan predicada por los partidos de izquierda, es una técnica impositiva que va más allá de ser criterio recaudatorio y tiene como finalidad la consecución de otros fines como puede ser la distribución de la renta u otros previstos en el artículo 40 de la CE. Pero como señala el propio artículo 31 de la CE el límite de la progresividad está en que el impuesto no tenga carácter confiscatorio. El Tribunal Constitucional ha resuelto señalando que lo es,  cuando a raíz de la aplicación de los diferentes tributos se llegue a privar al sujeto pasivo de sus rentas y propiedades (SSTC  14/1998, 150/1990) ,y la 295/2006 de 11 de octubre en relación con el IRPF y su relación con el Impuesto de Patrimonio.

En eso está el PSOE, en conseguir votos sin que nada importe la prohibición de confiscatoriedad que establece la CE aunque bien conoce que bajo una apariencia de progresividad, hay un engaño. Nada importa lo injusto del impuesto, mientras se complazca a quienes ignorantemente lo reclamen en la calle, todo sea para ganar el Poder.

No es broma

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buena foto de situación. Enhorabuena. Como mencionas en el artículo, el impuesto de sucesiones, será el siguiente que quieran recuperar para la causa y volver a centralizarlo me temo.

jc navarro dijo...

Por los datos que aportas en el artículo, creo que tu amigo Manolo está exento de este nuevo impuesto sobre el patrimonio.
El mismo hace referencia a viviendas, que siendo de primera ocumpación (residencia habitual), no superen en su compra o en su valor catastral los 300.000 euros.

De otra parte, te preguntas si es justo que pagen los ahorradores y por qué han de hacerlo por dos veces.
El sistema económico que libremente ha asumido este país es el sistema capitalista. El cual se basa fundamentalmente en el consumo de masas. Pues bien, teniendo presente que el ahorro es el mayor de los lujos, puesto que, se guarda una parte de tu renta y no se destina a satisfacer tus necesidades y deseos, el sistema penaliza a aquellos que no consumen y, por tanto, pueden poner en riesgo dicho sistema.
Visto desde aquí, es una mediada que transciende más allá de cualquier política, ya sea socialista o de centro derecha.
Este es el sistema que tenemos, existen criterios objetivos para determinar quién es pobre (renta inferior al 60% del grupo al que se pertenece). Pero no existen ningún dato objetivo para saber quién es rico.

Un saludo.

Tòfol dijo...

Hola JC, gracias por comentar.

No entiendo muy bien a que te refieres cuando dices que quienes ahorran ponen en riesgo el sistema capitalista, pues está claro que el sistema capitalista, no funcionaria sin el ahorro, el cual permite la creación de grandes compañías, formadas por miles de pequeños accionistas que aportan sus ahorros. Los bancos por ejemplo, se dedican a administrar los ahorros de miles de impositores, no existen bancos cuyo capital consista en la fortuna personal de dos o tres personas, aunque quizás fuese así como comenzaron hace unos siglos.

Si la gente no ahorrase, no podría comprar pisos, coches ni comprar mas bienes de consumo que los elementales y por supuesto no habría oferta ni demanda, conceptos clave del sistema capitalista de mercado, el sistema se caería sin el ahorro, en resumen, el sistema capitalista moderno, es en definitiva la capitalización por el ahorro.

Tampoco estoy de acuerdo en que seamos un estado capitalista en términos absolutos, quizás relativamente, en contraposición con en socialismo puro, yo creo que nos parecemos mas a un Estado social demócrata, aunque la palabra democracia, chirría un poco con nuestro parlamento de representación partidista y nuestra restrictiva Ley electoral.

Siento no estar de acuerdo contigo, pero el debate, enriquece.

Saludos