jueves, 29 de septiembre de 2011


DICTADORES DEMOCRATAS

Artículo 9.2. Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas; remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social.
No es un chiste, es un artículo de la Constitución española
Lo del movimiento 15 M, fue para mi ilusionante: el pueblo reclamando una regeneración democrática, la cosa tenía visos de triunfar, pero por desgracia, fue infiltrado por los de siempre y ahora lejos de sus propuestas iniciales, se dedican a la demagogia rancia y decimonónica, obstaculizar desahucios judiciales, demonizar a las empresas financieras, y agredir a peregrinos. ¡Que decepción!, porque un movimiento así, tal como fue en un principio, era necesario.

No contentos los partidos digitales con su funcionamiento al margen de la CE: sin democracia interna, mandato imperativo a los diputados, control del poder judicial, control del TC, confección a dedo de las listas electorales, y un sinfín de distorsiones de la vida democrática en las que no voy a entrar en este momento, los partidos políticos mas importantes, con el apoyo tácito de los medios de comunicación afines a cada uno de ellos, o sea, todos, han introducido de tapadillo una reforma en la LOREG.

No se trata de las reformas que se demandaban desde los sectores mas democráticos de nuestra sociedad: listas abiertas, elecciones primarias en los partidos, como ya, incluso,  reclamó el Consejo de Estado, sino todo lo contrario, se trata de un gravísimo golpe de los partidos mayoritarios PP, PSOE, CiU y PNV al pluralismo político en nuestro país mediante su reforma sigilosa de la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG), que constituye un veto electoral generalizado a los partidos nuevos.

 Ahora, mediante esta reforma, se barre de un plumazo a todos esos partidos al establecerse unas barreras de entrada que, de hecho, son imposibles de cumplir excepto para los partidos que nazcan con un enorme respaldo económico.

La enmienda al artículo 169 de la LOREG impone ahora, por vez primera en nuestra democracia, la obtención previa de avales ciudadanos que deben totalizar al menos el 0,1 % del censo electoral de cada circunscripción. Este requisito no se le exige a los partidos que ya están presentes en el Congreso o en el Senado. En cambio, un partido nuevo debería presentar cerca de cuarenta mil firmas para presentar candidaturas en toda España. Además, esos avales deben obtenerse ante notario y  sólo en los veinte días posteriores a la convocatoria formal de elecciones, el firmante, no podrá además avalar mas que a un partido, con lo cual, quedará constancia pública de sus preferencias políticas. Aparte de la dificultad de llevar al firmante a la notaría,  tendría un  coste de más de trescientos mil euros en gastos notariales

En resumen, si ya era difícil la participación política fuera de la maquinaria partidista, a partir de ahora, ya es imposible, a no ser que se cuente con un respaldo económico y social descomunal.

España ya solo es una democracia en teoría, se reparten el poder entre cuatro o cinco, el que tenga ideas distintas, que se fastidie. Hemos vuelto a 1974, solo que ahora, podemos elegir cada cuatro años al dictador que mas nos guste, hemos pasado de una nota democrática de 0,1 a otra de 0,4. No vale la pena.

No es broma

4 comentarios:

JIV dijo...

Tienes toda la razón.

Pero no estoy de acuerdo con tu conclusión: Yo creo que sí que vale la pena. Al menos puedes expresar tu opinión sin tener a un agente de la policía secreta pisandote los talones para meterte en chirona porque sí.

De todas formas, creo que tenemos a UPyD como partido capaz de acometer tales reformas o de tener al menos un peso importante en las Cortes.

El problema de España no es sólo económico.

Y así nos va.

JIV

Tòfol dijo...

Hola JIV, yo he vivido en el franquismo, y deseaba vivir en una democracia para poder elegir a quien mas me gustase sin que nadie me impusiese a mis alcaldes ni gobernantes.

En cuanto al policía secreto pisando talones, puedo asegurarte que aunque estuviésemos en una dictadura, y la libertad de expresión estuviese restringida, ningún policía secreto pisaba los talones a nadie. En definitiva, la oposición no marxista, era tolerada y por supuesto, quien no se metiera en política entonces, vivía como quien no se mete en política hoy: con tranquilidad y sin sobresaltos, los ministros, los denostados “tecnócratas”, eran nombrados a dedo entre los mejores (que no fuesen antifranquistas) de cada ramo, lo cual viene a ser como ahora con respecto a cada partido gobernante aunque dudo que en este gobierno saliente, estén los mejores de nada, ni siquiera de los del PSOE.
Por eso te digo que para quienes no están en política, poca diferencia hay con el régimen anterior, excepto por las elecciones cada cuatro años, en las que se ratifica a quienes fueron nombrados a dedo por unos señores que en la mayoría de los casos no ha votado nadie y que una vez elegidos, se sientan en un hemiciclo para decir amen a todo lo que mandan sus amos aunque sea contra los intereses de sus electores

jc navarro dijo...

Yo siempre he mantenido que la buena democracia, entendiendo por buena eficaz, se sustenta en pequeñas dictaduras. La prueba de ello es que los poderes públicos vulneran derechos fundamenatales, y si no, que se lo digan al TC que está hasta arriba de recursos de amparo.

Un saludo.

Tòfol dijo...

¿A que te refieres cuando dices que una democracia es eficaz?, ¿eficaz en que? ¿bienestar social?, ¿seguridad?....? lo que a mi me parece esencial en una democracia, entre otras cosas, es la participación política, tanto para votar como para optar; prescindiendo de ella, se puede ser eficaz en muchísimos otros campos, pero ya no sería una democracia, no se si te he comprendido bien JC.

Saludos