NI SINDICATOS NI INDIGNADOS: DECISIONES
En una familia normal, cuando hace falta dinero y se tiene crédito, se pide prestado, luego se ahorra, o se trabaja mas para devolverlo, y una vez devuelto, se funciona con lo que se tiene y si por circunstancias vuelve a necesitarse un crédito, se vuelve a pedir, normalmente sin problemas, pues habiendo cumplido con el anterior se nos considera fiables. Lo que no es normal, es que cuando se debe, y además hay pocos ingresos por alguna crisis, puntual, se continúe gastando incluso superfluamente, y en vez de devolver los créditos, seguir pidiendo mas hasta el punto de pedir para pagar los intereses, o sea, la ruina.
Parece que el gallinero esta soliviantado, todos los que viven de las dadivas del Gobierno, están preocupados por sus garbanzos, y no es para menos, creen que su porvenir está amenazado por la limitación que sobre el endeudamiento público se va a introducir en la Constitución, así, los sindicatos verticales que padecemos, y digo verticales porque lo son, ya que al igual que los de Franco, no viven de sus afiliados, sino del erario público, puedan ver sus ingresos cercenados por el simple hecho de que no haya dinero disponible, en una palabra, que el Estado tenga que repartir el dinero según un orden de prioridades, en cuyo caso, posiblemente y dado que son prescindibles, serían de los primeros candidatos para cualquier recorte de gastos.
Por lo dicho anteriormente, los sindicatos, piden un referéndum, a sabiendas de que este no podría tener lugar en esta legislatura y con la esperanza de que tras las elecciones generales, y con otro parlamento y gobierno, la reforma decaiga. También están Los Indignados, un colectivo que en sus inicios planteaba cosas razonables pero que en estos momentos ha degenerado debido a su manipulación por los profesionales de la agitación y la demagogia, y por la incorporación al mismo de multitud de personas que lamentablemente se hallan en una posición económica desfavorable y creen que pueden reformar el sistema de forma que todos los problemas se resuelvan, como nadie en la historia consiguió, a base de buena voluntad y fantásticas actuaciones gubernamentales.
LOS INDIGNADOS, también piden un referéndum. Lo peor que nos podía pasar, es que decida sobre nuestro bienestar gente interesada en su propio estipendio y gente que en su mayoría no tienen idea de economía unos, y algunos de nada. La democracia, no convierte al pueblo en sabio.Gobernar no es hacer lo que quieran los sindicatos, ni los empresarios, ni siquiera la gente, esto es populismo, gobernar es hacer lo que hay que hacer, asumir responsabilidades, tomar decisiones, no delegarlas en otros, y luego, en su momento, explicarlo para que si la gente lo aprueba, los puedan reelegir, y sino, que los echen.
Si los partidos españoles que representan a la inmensa mayoría de los españoles se han puesto de acuerdo en la conveniencia de esta reforma constitucional, y la propia Constitución votada por todos les permite actuar directamente, éste es el camino que deben seguir. El pueblo soberano tendrá la oportunidad de expresar su opinión sobre este asunto y sobre todos los demás, el próximo 20-N.
Si algunos creen que lo harían mejor, que formen un partido y se presenten, y si no pueden debido a la Ley Electoral, aquí tendrían una razon para reclamar el cumplimiento de la Constitución incluso mediante movilizaciones, pero para el tema que nos ocupa, olvidaos de la pancarta, dejad la calle tranquila, no fastidieis el tráfico. Aunque tengais derecho.
No es broma
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