POLITICOS PRODIGOS
Con referencia a la gestión de los negocios ajenos, dice nuestro Código Civil:
Artículo 1889
El gestor oficioso debe desempeñar su encargo con toda la diligencia de un buen padre de familia, e indemnizar los perjuicios que por su culpa o negligencia se irroguen al dueño de los bienes o negocios que gestione.
Sin duda, y aunque dicho artículo no sea de aplicación a la gestión del patrimonio público, o sea, el patrimonio de todos por parte del Gobierno, no cabe duda de que pone de manifiesto la valoración positiva que nuestra sociedad, y cualquier sociedad civilizada de nuestro entorno, hace de la buena administración del patrimonio ajeno, y también el de cada familia por separado. El propio Código Civil, contempla incluso la inhabilitación y sometimiento a curatela de quienes son incapaces de conservar su propio patrimonio: los pródigos.
Todos, o casi todos, conocemos la parábola del hijo prodigo, por la cual vemos que Jesucristo, ya en aquellos tiempos, censuraba a quienes no eran capaces de controlar sus gastos y terminaban en la ruina. Viene todo esto a cuento porque estamos oyendo a diario, noticias sobre nuevas emisiones de deuda del Estado, que se van colocando, cada vez con mas dificultad por culpa de esos entes abstractos que son los mercados, a los que se nos sugieren como unos tiburones financieros sentados tras un despacho, con el teléfono en la mano y un habano en la boca, especulando con el patrimonio de los españoles. En realidad, el mercado es un conjunto de inversores: fondos de pensiones, pequeños y grandes patrimonios y ahorros en efectivo para la jubilación, y otros, que huyen de la inflación y buscan un rendimiento bajo la seguridad y garantía de un Estado soberano serio; a medida que disminuye tal seguridad, aparecen progresivamente los que se arriesgan mas, riesgo que hay que compensar con un interés mas alto; a partir de aquí, nuestros políticos dejan de llamarles "inversores" para llamarles "especuladores".
Por lo dicho anteriormente, queda claramente explicado que la única razón por la cual el Estado Español comienza a tener que someterse a los “especuladores”, y pagar mas interés por nuestra deuda, no es por culpa de los susodichos "especuladores", que siempre han estado ahí, sino porque debemos tanto que los llamados “inversores”, ante el miedo de una especie de estafa piramidal a lo Madoff, en la que el dinero que se pide prestado sea usado para pagar los intereses de los prestamos anteriores, provoquen la quiebra del Estado y se queden sin cobrar a tiempo.
En resumen, el problema no son los mercados con sus inversores, especuladores o como los políticos les quieran llamar, puesto que, no es obligatorio gastar mas de lo que se tiene, el problema es que alguien ha dilapidado el patrimonio de todos los españoles y ahora no nos queda mas remedio que acudir a ellos y vivir de prestado a base de pagar mas caro, porque cada vez son menos los que nos fían, porque utilizando la terminología del Código Civil, nuestra economía, no la administra “un buen padre de familia”, o no lo parece cuando ya debemos mas del 80% del producto interior bruto (PIB) y peligra nuestro bienestar social y el de las generaciones venideras.
Señores del Gobierno, ¿a que esperan?, ¡váyanse ya!, convoquen elecciones y den una oportunidad a otros, es duro perder sus puestos, los de sus camaradas de política, y los de su clientela, pero, ¿no vale España el sacrificio?
No es broma
1 comentario:
Genial la entrada.
Completamente de acuerdo.
Un saludo.
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