miércoles, 12 de agosto de 2015



EL PSOE (M), UN PASO ATRÁS

Lo veo y no lo creo, el PSM se cambia el nombre, ahora es PSOE Madrid; siempre había creído que el PSOE iría cambiando su nombre a diferentes PS, federación a federación, como ocurría ya con algunas, y que al final sería simplemente el PSE, pero parece ser que la cosa va en sentido contrario. Se comprende que el PSOE aproveche sus siglas como valor de marca, pero dicho eso, está claro que así como vaya viéndose el pasado con mas perspectiva, mas tarde o más temprano, la marca se les va a volver en contra, porque su valor, se mantiene únicamente por eso de lo políticamente correcto, que en 1975 era todo lo que se oponía al régimen de Franco, incluida la ETA, que para muchos era incluso un grupo que luchaba por las libertades, contra el Franquismo.

El valor de las siglas PSOE  solo se puede mantener en base a la incultura y el adoctrinamiento, y a la timidez de la derecha en sacar papeles sucios, que no va a durar siempre, especialmente si el PSOE insiste en sacar rédito de unos supuestos 100 años de honradez y democracia, que nunca le adornaron, en los tiempos en que regía  la constitución de 1931, ni antes.


Y es que el PSOE que conocemos, el que se refundó en Suresnes en 1974, con Alfonso Guerra, Felipe González, Nicolas Redondo etc., e hizo acto de comunión democrática mediante el abandono del marxismo, es un partido democrático, -o por lo menos tan democrático como los demás- y como tal ha actuado, desde que llegó tras la muerte de Franco y contribuyó a instaurar la democracia en España.


 No se comprende entonces, como sus dirigentes van por el camino de reivindicar aquel nefasto PSOE de Pablo Iglesias, personaje que manifestaba, incluso en sede parlamentaria, que el sistema democrático solo debía aprovecharse en lo que les convenía, y que amenazaba de muerte a Maura en el Congreso si ganaba las elecciones. O el PSOE de Largo Caballero y Prieto, que no aceptaron haber perdido las elecciones de 1933 e impidieron que gobernasen quienes habían ganado, por ser de derechas, y que cuando la CEDA reclamó su derecho a entrar en el Gobierno (lo hicieron sólo 3 ministros y sin asumir la Presidencia) dieron en 1934 un golpe de Estado con ayuda de la CNT.


En 1984 algunos socialistas quisieron conmemorar los 50 años de aquel ejemplo de ejercicio democrático, pero Felipe González lo impidió inteligentemente para evitar rememorar un hecho tan grave y nunca recordado. 


Dos años antes del  golpe de Estado en que Franco participó, el PSOE ya lo había hecho con igual violencia, aunque con relativo éxito.


Eso por no hablar de las atrocidades cometidas en las checas y de la persecución que sufrieron los religiosos, y quienes pensando diferente, tuvieron la desgracia de encontrarse en zona republicana durante la guerra.


Así que en lugar de hablar de partidos centenarios, y de los “cien años de honradez”, como ya utilizaron como lema electoral, deberían centrarse en la modernidad, porque lo anterior debería  merecer, como mucho, el olvido. Ningún otro partido español, con opciones de gobierno, reivindica su pasado, ni siquiera el Partido Comunista, que ahora utiliza las siglas de Izquierda Unida, y es que no se puede pretender que la gente, continúe eternamente creyendo en la democracia del PSOE de antes de la guerra, cuando hoy día, con unos cuantos clicks se pueden leer, El Socialista, y demás prensa, e incluso actas del Congreso, de aquella época y miles de artículos, libros, y testimonios de quienes conocieron, y sufrieron, al PSOE de la República.


Es por ello, por lo que el PSOE, que ya no tiene necesidad de presentarse como paladín de las libertades preconstitucionales, ni tampoco de refundarse, puesto que ya lo hizo en la practica, lo que debería hacer, es lo que se hizo en Madrid, abandonar las siglas, que ya no necesita, de aquel partido de corte estalinista, golpista y antidemocrático, que ya no es, y sobre todo, dejar de reivindicarlo, como hacía Zapatero y todavía hace, de vez en cuando, Pedro Sánchez, ya que la realidad es muy tozuda.


El cambio de PSM a PSOE-M, es una mala decisión, aunque semántica, un paso atrás.


No es broma

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