NO ES BROMA

CASTIGO A LOS COBARDES

Año 2011, en Baleares mi comunidad, después de años de inmersión lingüística y adoctrinamiento, el bilingüismo era la propuesta estrella del PP, y el PP gano las elecciones con mayoría absoluta, nombró conseller de educación a un tal Rafael Bosch. Todos los no catalanistas, estábamos pendientes de ver las ansiadas reformas, pues bien, el Sr. Bosch se dedicó durante dos años, a marear la perdiz buscando pactos con la comunidad educativa, colectivo de intransigentes que solo querían enseñanza en catalán, luego a la vista de los resultados fue relevado; le siguió una consellera que ya cambio el bilingüismo a trilinguismo, a ver si así convencía a los docentes, con idénticos resultados, ¡solo catalán!. En resumen, un colectivo de docentes anti españoles, sin más armas que una camiseta verde, movilizaciones, con niños incluidos, y presiones a los padres no catalanistas, han conseguido abortar el bilingüismo a base de incumplir la Ley, y sin que nadie, que yo sepa, haya sido siquiera expedientado. ¿Para eso les dimos mayoría absoluta?.

De lo que no parece darse cuenta el PP, es del perfil de sus votantes de 2011, los que le dieron la mayoría absoluta. El votante del PP quería mano dura con las autonomías - algunos pedían incluso su supresión- la recuperación de algunas competencias, como la de educación cuya transferencia esta destruyendo España, acabar con la mamandurria, como dijo la sra. Aguirre, y con ello bajada de los impuestos y otras muchas cosas que creyeron que el PP iba a hacer, también arreglar la economía. 

El PP, con una mayoría aplastante, ha fallado en casi todo, no ha podido con los catalanistas, que siguen desobedeciendo las sentencias judiciales, e incluso, están ahora en rebelión, no han sido contundentes en defender la lengua de todos los españoles, ni siquiera la unidad de España, han suprimido tan solo unas pocas sociedades públicas para enchufados- y quedan miles- no se ha atrevido con las autonomías, que siguen descontroladas, ni con los ayuntamientos, para no perjudicar a los suyos, y de paso, nos está asfixiando a base de impuestos, en fin, ha acabado con la ilusión de muchísimos españoles, que ahora, no es que les hayan castigado en las urnas, sino que no se han molestado en ir a votar.

Ya lo advirtió Aznar, a quien no admiro demasiado después de lo de Irak, pero tenía razón.

No se puede gobernar a base de tener contento a todo el mundo, se debe gobernar para complacer a quien te ha votado por tu programa, y de paso, con los resultados, convencer a quien no lo hizo, de que estaban equivocados, y que deben votarte, pero no se pueden hacer tortillas sin romper huevos, sin enfadar a nadie, sobre todo cuando a los que vas a enfadar, son los que nunca te van a votar.

Prueba de ello es el cambio de la Ley Electoral, ¿no habían dicho que iban a cambiarla para que gobernase la lista mas votada?, la mayoría de la gente lo aprobaba, ¿porque se echaron atrás?, ¿por no enfadar a la izquierda?, ¿por lo que iban a decir? ¿acaso le preocupó a Zapatero romper con los pactos de la transición?, pues mira lo que han ganado: el PSOE se va a aliar con el diablo si hace falta, para echarlos de cada autonomía, de cada ayuntamiento que pueda, donde habían ganado. 

Contrariamente a lo que algún director de periódico dice, el Partido Popular no ha perdido por soberbia, sino más bien por lo contrario. Su problema ha sido la cobardía, ese problema parecido al síndrome de Estocolmo que tienen los partidos de centro, de olvidarse de sus promesas para quedar bien con quienes no les van a votar.

Ahora dicen desde dentro del PP, que hay que hacer cambios, sobre todo de personal, a la gente no le importan esos cambios, le importan las cosas. Solo un golpe de efecto les devolverá a los electores, que los tienen pero que se quedan en casa, y cuando digo un golpe de efecto, me refiero a algo importante, contundente, y necesario, como por ejemplo la recuperación por la Administración del Estado de las competencias en materia de enseñanza. Se armaría un buen lío, pero como ya he dicho los enfadados serían los votantes que igualmente no los iban a votar, pero la gente, sobre todo los que se sienten españoles,  recobraría la ilusión, y de paso a lo mejor salvaban a España, ahora en proceso de desintegración.

Claro que para esto hay que tener un par de….

Y Mariano, parece que no los tiene.

No es broma