jueves, 23 de febrero de 2012


EL DISCIPLINADO CAMPS

Programa de TVE LA NOCHE EN 24 HORAS, 22/02/2012, se discutía, muy brevemente, si el Sr. Camps debía ser reinstituido como Presidente de la Comunidad Valenciana .
Se muestran imágenes de Camps de vuelta al parlamento valenciano y unas declaraciones en la puerta: 

“vuelvo al parlamento para trabajar disciplinadamente a las órdenes de mi grupo parlamentario”.

O sea, vuelve para someterse a la disciplina de su partido, a violar el mandato constitucional que prohíbe el mandato imperativo (artículo 67.2º. CE)

¡Que cosa mas vergonzante!, aunque ya sabemos que nuestros parlamentarios no están para servir los intereses de sus electores, sino de sus partidos, ahora ya ni siquiera se molestan en pretender que están en el Parlamento para servir al “pueblo”, a la “comunidad”, o lo que se dice para disimular, ahora ya declaran abiertamente que están ahí, para servir a su partido.

¡Viva la democracia española!

No es broma

2 comentarios:

JIV dijo...

Je je. Tienes razón.

Pero a saber cuantos mandatos de la CE: "Las admnistraciones públicas tienen el deber de promover....." y mandatos por el estilo incumplidos.

De todas formas, la disciplina de partido no es un invento español. Es un invento anglosajón (no me acuerdo del término que se utilizaba para definirlo), y su democracia es de las más perfectas, dentro de lo imperfecto que ya es una democracia.

La cosa es vergonzante. Y nadie se indigna. Eso es lo indignante.

Y así nos va.

Cordiales saludos.

JIV

P.D.- ¡Qué gusto ver que todavía queda en este país algo de sentido común!

Tòfol dijo...

Sin embargo, en los países anglosajones se producen disidencias continuamente, y el voto disidente, no es penalizado porque se asume que el parlamentario no puede votar ni contra los intereses de su electorado particular, ni contra su conciencia. Tampoco existe el concepto peyorativo de tránsfuga: Churchill cambio varias veces de partido y nadie se sintió defraudado.

Aquí, la disidencia se castiga por el partido, desde una multa, hasta la muerte política (exclusión de las listas en las próximas) pues no hay posibilidad de hacer política fuera del partido. Del cambiar de partido, ya ni hablemos, todo el mundo lo contempla como si fuera una canallada (mira la cantidad de comentarios contra Rosa Díez por este motivo), cuando en realidad es la única salida posible para defender los intereses de tu electorado.

Saludos
Tòfol