domingo, 14 de octubre de 2018

 MILITANCIA Y DECENCIA

La   derecha española moderada,  o sea el PP, nunca ha tenido gran relevancia electoral  en Cataluña ni en el País Vasco, y ello, porque estas dos regiones de España ya tienen su derecha: PDeCATen la primera y el PNV en la segunda.

Ello quiere decir que tanto PNV como PDeCAT, tienen entre sus electores a una clase media de profesionales: arquitectos, ingenieros, etc, autónomos y pequeños comerciantes e industriales cuyos ingresos se hallan en el área de los 130.000€, los cuales, según el pacto de presupuestos de  PSOE y Podemos, van a tener que ver un incremento considerable de sus impuestos, para financiar  los presupuestos que Sánchez espera alarguen su estancia en el gobierno que en su día asumió por "limpieza democrática" y para convocar elecciones.


Así pues, lo lógico sería que quienes representan a ese sector del electorado, PNV y PDeCAT, y en su defensa, se opusiesen a esta subida de impuestos, pero no, tanto los vascos como los catalanes, están dispuestos a apoyar a Sánchez, con tal de que continúe dependiendo de ellos para gobernar,  saben que con Sánchez cogido por sus partes,  tienen la oportunidad de continuar con el llamado “Proces”,  los catalanes, y conseguir prebendas en el mismo sentido, los vascos  que ya se están apuntando de nuevo al tema de la independencia.


La verdad, cuesta escribir sobre este tema, por el asco que produce ver como un trepador de tercera división, sin más interés político
que su beneficio personal, se alía con el enemigo con tal de alargar su estancia en la Moncloa, para mí, quien pacta con el enemigo en contra de los suyos, es un traidor, y como a tal debería  tratársele.

Porque si bien es cierto que la gente decente del PSOE, ya intento cortarle las piernas en su día, y que ahora ya nada pueden hacer porque el trepa se apoya en la militancia, la ignorancia más bien, no es menos cierto que aquellos que mostraron tener principios, al principio, ahora callan agazapados intentando mantener su puesto con su sueldo.


En cualquier país con un poco de vergüenza, las dimisiones hubiesen llovido en forma de diluvio, nadie con cien gramos de decencia permitiría que un compañero de partido, que actua en su nombre y representación, actuase como un traidor. Toda la decencia militante del PSOE, debería estar luchando para librarse de tamaña lacra, y si democráticamente nada se puede hacer, porque la militancia es lo que es, en vez de unirse a ella, para pastar como borregos, se dimite y se va uno a su casa o funda un nuevo partido de socialistas decentes, que los hay, y muchos.


Cualquier cosa menos cooperar con un gobierno que no tiene dignidad.

.
No es broma
 

1 comentario:

José Ignacio Veiga Vacchiano dijo...

Ojo,

Acuerdate de los regímenes forales. Que tienen consecuencias tributarias en esos territorios: no solo de recaudación, sino también regulatorias.
Por tanto, las medidas fiscales que adopte el gobierno no se les repercute de manera directa y con efecto inmediato...: lo que hace la situación mucho más injusta claro.

Y así nos va,