domingo, 14 de enero de 2018

LOS PARLAMENTOS VIRTUALES

No conozco ningún parlamento en nuestro mundo próximo donde se permitan discursos por vía telemática. Aunque en el reglamento del Parlament cupiese una interpretación en este sentido en base a que no está expresamente prohibido,  la costumbre es, que los discursos sean del carácter que sean, lo sean con el orador presente, no olvidemos que la costumbre es fuente del Derecho, incluso del Derecho Constitucional.


Pero lo que acabo de decir es tan solo un apunte superficial, y este artículo no pretende entrar en materia jurídica ya que en los próximos días tendremos oportunidad de escuchar o leer análisis de los constitucionalistas más cualificados, y probablemente el del Tribunal Constitucional.


Mi reflexión es que si el Sr. Puigdemont puede hacer un debate de investidura por vía telemática, entonces no habrá razón alguna para que quien le responda, pueda también hacerlo por el mismo medio, y por lo tanto tampoco sería necesario que en este o cualquier otro debate, los diputados del Parlament se desplazasen pudiendo intervenir desde su domicilio, oficina o desde cualquier lugar donde se encontrasen, incluso desde la cárcel.


Visto desde un punto de vista objetivo, quizás nos encontremos a punto de abrir una nueva vía de participación parlamentaria acorde con nuestros tiempos, al fin y al cabo ya se hacen telemáticamente los recursos administrativos y las demandas y querellas judiciales, aunque los juicios continúan siendo presenciales.


Ya nadie va a la bolsa a comprar acciones, la TV nos muestra un parqué vacío donde no se ve a nadie, solo unos tableros luminosos las operaciones bursátiles se hacen por internet.


Así pues si los 1.248 diputados autonómicos mas los 350 del Congreso y los 266 senadores podrían realizar sus labores parlamentarias por vía telemática desde sus casas, o desde el móvil en un bar, ya podemos imaginar lo que nos íbamos a ahorrar en dietas, viajes, alojamiento y demás. Una fortuna.


Es el progreso, después votaremos por internet, ¿por qué no?.


El mundo está cambiando, Puigdemont habla en nombre del progreso, es un pionero del nuevo parlamentarismo.


En su contra; es que parece ser que la pena de cárcel continuará siendo presencial. Mala sort Carles.


No es broma

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