sábado, 19 de agosto de 2017

LOS MUSULMANES BUENOS


La libertad religiosa es un derecho constitucional:

“Artículo 16”: Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades…...”
También lo es el derecho a la vida:
“Artículo 15 : Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral…
Como es natural, cuando dos derechos se enfrentan, prevalece el más importante, y en este caso, está clarísimo que prevalece el derecho a la vida, porque la vida es el soporte de todos los demás derechos.

Los poderes públicos deben hacer todo lo necesario para garantizar el derecho a la vida de los ciudadanos, aunque para ello haga falta soslayar el derecho a la libertad religiosa de los musulmanes.


Está claro que no todos los musulmanes son yihadistas ni terroristas, pero está todavía más claro que un gran número de musulmanes, si lo son, otros no son terroristas ni yihadistas pero  entre ellos
lo ven bien, y sin manifestarlo, sienten intima satisfacción cuando los “suyos “matan a “infieles”. Otros son gente normal que lo desaprueba pero no hacen nada porque nada tienen que ganar haciendo algo.

Y si bien es verdad que muchos musulmanes son inocentes, no podemos pretender que el Islam en su conjunto sea una comunidad amiga y civilizada, que comparte nuestros valores. No hasta que quienes predican la bondad del Islam se separen de los violentos de forma clara y pública e incluso militante.

No es suficiente que unos cuantos aparezcan en alguna manifestación con un folio donde pone que el Islam es amor.


 Los musulmanes civilizados y honrados no pueden inhibirse, porque comparten religión, y la religión es un factor unificador  entre las personas, por lo tanto, a ellos corresponde trazar la línea y enfrentarse públicamente a los violentos y mostrar al resto de su comunidad, especialmente a los más jóvenes,  que no están conformes, que el Islam es otra cosa, y que por matar, no van a ir al cielo. 

Hasta que eso no suceda, nadie tiene que salir defendiendo la dudosa y discriminante manifestación religiosa consistente en que las mujeres vayan vestidas, como en el siglo X, con vestimentas hasta los pies cabeza tapada, nada de comprensión a culturas contrarias a nuestros principios constitucionales.

Nada de simpatías, nada de comidas especiales en las escuelas, nada de renunciar a fiestas escolares porque los musulmanes no se sientan bien, nada de nada. Y no me refiero a discriminar; que tengan los derechos de todos, pero ni uno más, y si no pueden comer cerdo, que vayan a comer a su casa, o que se traigan la comida en una fiambrera.

No se puede luchar una batalla de forma menos sanguinaria, pero hay que comenzar por algo, hay que conocer quien está contra nosotros y quién no; o se está con nosotros o contra nosotros. Decisión nada difícil cuando tan solo se trata de proteger la vida

En las guerras siempre hay daños colaterales, cuando los aliados bombardeaban la ciudades alemanas, mataban tanto a nazis como a no nazis e incluso a los enemigos de los propios nazis. Nadie se ha quejado nunca porque era una guerra, incluso se dieron medallas por ello.

La cuestión es que estamos en guerra; lo que pasa es que solo una de las partes la ha declarado. Ahora solo falta saber quién es el enemigo, y quienes están con nosotros, deben cooperar para que lo sepamos.

No es broma


1 comentario:

José Ignacio dijo...

Muy buenas,

Una precisión.

El principal enemigo de los yihadistas no es occidente. NO. El 85% de las víctimas es musulmana. Porque no te olvides, el Estado Islámico (EI), o Daesh, ha declarado tener ese mismo propósito, para lo cual debe depurar la comunidad de infieles de todas las religiones, incluido el islam. Ese califato no es solo territorio, sino comunidad, y necesita la guerra. La mayor parte de las muertes generadas por el EI son musulmanes que no profesan la “verdadera fe”.

Occidente es para ellos un enemigo más, y en su concepto de guerra –tan distinto del que barajamos nosotros, anclado en el siglo XX-, el terrorismo es otra vía.

http://www.vozpopuli.com/opinion/fantasma-islamofobia_0_1056495254.html

Si quieres un símil: las guerras de religión en Europa en el siglo XVI-XVII...

Un saludo