domingo, 16 de febrero de 2014



LA PARÁBOLA DEL PATATERO

Había una vez un hombre que perdió su trabajo. Se llamaba Pepe, como ya no era muy joven y tenía un poco de dinero ahorrado, pensó en montarse un negocio para salir adelante, y se le ocurrió el de vendedor de patatas, era una mercancía que no precisaba de almacenes ni instalaciones especiales, y solo requería un vehículo, así que se alquiló un pequeño almacén, compró una camioneta, y se dedico a buscar patatas para vender.

Hacía excursiones por el campo y compraba a los payeses sus patatas, las almacenaba y las repartía entre su clientela. Como había quien pasaba a recogerlas con su propio vehículo, contrató a Manolo para que permaneciera en el almacén, el negocio funcionaba más o menos bien, es decir, sacaba suficiente para mantener a su familia decentemente.

Eh aquí, que pasados unos diez años, empezaron a proliferar grandes superficies, que vendían las patatas directamente al público a precios inferiores a los que el mismo compraba, y aunque daba un buen servicio, empezó a perder clientes, al final solo le quedaba un hotel el cual representaba el 90% de sus ventas, el problema era que le pagaba con mucho retraso, y Pepe tenía que adelantar el IVA, por lo cual tenía que descontárselo de su propia asignación mensual.

Pero esto no era lo peor, paulatinamente empezó a subir el precio de la gasolina, el precio del alquiler ya que al propietario le habían subido el IBI, el IVA, la electricidad, el agua por haber subido la tasa por alcantarillado, la cuota de basuras, aunque casi no generaba basura alguna, y más aún, la afiliación a la Seguridad Social de su empleado y la suya propia, y los impuestos tenían que ser gestionados por profesionales ya que los organismos querían se les entregase el trabajo hecho y ello requería de un profesional que dispusiese del programa informático adecuado y los conocimientos para ello, total mas gastos, al final ganaba menos que Manolo su empleado.

Total, que la cosa fue a menos, entre un 43% del sueldo a la SS, los precios de la luz, los precios de la gasolina, los escasos márgenes comerciales, después para mas INRI, perdió al hotel como cliente, Pepe entró en declive, primero dejó de pagar la SS, después el IVA, después la nómina de Manolo. Como es natural, Manolo tras varios meses sin cobrar, presentó una demanda, por lo que al no poder responder, le embargaron la parte ya pagada de su piso por importe de las nóminas debidas mas la correspondiente indemnización por diez años de trabajo, mas gastos,  a continuación aparecieron la Seguridad Social y Hacienda también para cobrar, Pepe se entrevistó con ellos, les imploró que se hiciesen cargo de su situación, pero la Administración es implacable, quiere cobrar, no le interesa la vida personal de nadie, además los funcionarios se rigen por su normativa, la cual no entiende de progresividad ni chorradas constitucionales.

Para que seguir, Pepe vive ahora en la casa de su madre, su mujer limpia dos o tres casas cada semana, y él conserva un par de clientes pequeños al que les sirve pequeños sacos de patatas directamente desde un almacén mayorista, por supuesto, en negro, pues solo se saca unos 350 a 400€ al mes, imposible pagar la SS, no se queja, malvive pero está mejor que antes, por lo menos nadie le corre detrás reclamándole deudas, puede dormir por las noches.

Pero algunas cosas le atormentan:

1º ¿Porqué no pudo reclamar al Hotel una indemnización después de 10 años, cuando por culpa de que prescindieran de él perdió lo que quedaba de su negocio.?


2º ¿Porqué tuvo que indemnizar a Manolo por perder su trabajo, no le había pagado él las cotizaciones que le permitirían cobrar el paro durante dos años, no quedaba él en peor situación perdiendo todo cuanto tenía y sin paro?.


3º Y lo peor de todo, la incomprensión: ahora que malvive a base de abusar de la familia, trajinando cuatro sacos de patatas con cuatro clientes amigos, con la mujer limpiando unas cuantas escaleras, ahora viene Cayo Lara, y todos los demagogos, mas el propio Gobierno, y le echan la culpa a él y a los que viven como él luchando en la economía sumergida para sobrevivir, de todos los males de España, cuando la economía sumergida es lo que hace que España no arda.

Y digo yo, si de verdad van a luchar contra la economía sumergida, Dios quiera que pierdan, porque si ganan, perdemos todos.

No es  broma


PD: Esta parábola no es de Jesus

2 comentarios:

JIV dijo...

No hay nada más que decir, pues tienes más razón que un santo...

Y así nos va,

csc212 dijo...

Sería muy fácil luchar contra la economía sumergida.... lo que pasa es que no quieren hacerlo. Los primeros beneficiados de la inmersión son nuestros políticos...

Si se replantearan correctamente los tipos impositivos (equiparando renta y sociedades), se eliminaran los mínimos de cotización a la SS (siempre a %), minimizando las ventajas de trabajar en negro, la mayor parte afloraría por si solo.

Para sacar el resto, hay que legalizar las drogas, la prostitución y poco más.