NO ES BROMA

LA CAMPAÑA SUMERGIDA

Ahora que ha saltado a la palestra el tema de la economía sumergida, creo viene a cuento hablar de la Administración sumergida, aquella formada por quienes no han ganado plaza por oposición, pero se ganan su sustento a la sombra de los partidos políticos y sindicatos en diversas formas, todas ligadas al dinero público que se derrocha por la vía de la Administración de Estado y las empresas públicas que van camino de convertirse en la mayoría de las del Estado.

Y es que en la Admunstracón, muchísima gente desarrolla trabajos de contratados, interinos, asesorías y otros, los cuales se esfuman en cuanto ocupa el poder el partido de la oposición, y ello, no porque el partido entrante tenga interés en ahorrar un dinero público o de dotar a la administración de mayor eficiencia, sino porque el nuevo inquilino del Poder, tiene a su vez una clientela de familiares, amigos de estos, además de los suyos propios, y los del partido que no han podido ir en las listas  a los cuales hay que colocar, y hay que hacer hueco para ellos.

Por ello, cuando un político piensa que debería dimitir, que alguno habrá, se encuentra con el dilema de que su dimisión conlleva la perdida de los ingresos económicos de alguno o muchos de sus allegados que al no tener mas plaza propia que la provista por él, se verán abocados al paro en un plazo de tiempo relativamente corto, así que aquí no dimite nunca nadie .

Claro que siempre quedan las oposiciones a medida, donde se ponen unas condiciones coincidentes con el perfil del enchufado, para que este, incluso con alguna ayudita si se cuela alguien con condiciones coincidentes, las gane y viva para siempre del dinero público, con independencia del partido gobernante, pero claro, esto ya no se puede hacer con manga ancha sino en casos contados, con cierta abundancia pero contados.

Por ello ya con 17 gobiernos y parlamentos, mas de 8000 ayuntamientos miles de empresas públicas, diputaciones, cámaras oficiales, y un sinfín de etcéteras, ya se pueden imaginar cuantas personas se juegan el puesto en las elecciones.

Hay una campaña sumergida, la de los que se movilizan para asegurarse de que sus familiares, relaciones y amigos, votan adecuadamente para que el puesto que tienen o al que aspiran, o las asesorías etc. no se esfumen, parece una tontería pero son cientos de miles, una campaña mas efectiva que todos cuantos mítines vemos por la tele. Los partidos lo saben y las alientan, aquí no hace falta mencionar doberman alguno.

Es cierto que hay votos incondicionales para algunos partidos, hagan lo que hagan, algunos son por ideologia o de tipo socio de club de futbol, pero muchísimos de ellos, son además cautivos, y es que se juegan el pan algunos y la buena vida otros.


Alguien recuerda el PER de Andalucia y Extremadura, ¿si?, pues el sistema continua solo que en submarino. 

No es broma
Es España, nada mas