El diputado socialista Antonio Gutiérrez no avalará la reforma laboral de Zapatero
O sea, que el hecho de que un diputado electo vote en conciencia sobre un tema y desobedezca el mandato imperativo de su partido, es algo que llama la atención, cuando en realidad, no hace mas que cumplir con el mandamiento democrático mas elemental, vota según él cree que se beneficia a su electorado, no lo que quiere su partido.
Según una información de Intereconomia: “El portavoz del Grupo Socialista, José Antonio Alonso, ya había advertido a Gutiérrez que la opinión es libre pero que la lealtad con el grupo parlamentario es "obligada". Sin embargo, el ex secretario general de CC.OO. considera que "por encima está el respeto a la libertad, individual y colectiva".
Y continua la mencionada información: “En la presente legislatura, sólo el diputado de izquierda Socialista Juan Antonio Barrio de Penagos ha sido sancionado por romper la disciplina de grupo, aunque en su caso alegó que había sido un error, lo que no le libró de la máxima multa (300 euros)”.
Pues otro claro ejemplo de como funciona el control parlamentario al Gobierno, a base de lealtad obligada, multas a los desobedientes por “error”, y según la importancia del tema para el partido, acusaciones de transfuguismo con muerte política incluida.
¿Es esto democracia?, ¿qué pasa con la lealtad para con los electores?, pues resulta que el pueblo, en realidad no sabe lo que es bueno para él, si es bueno para el partido, es bueno para el pueblo, por lo menos así pensaba Lenin, maestro en democracia, que se lo pregunten sino a los mencheviques…
No es broma
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