miércoles, 17 de febrero de 2010

PRIETAS LAS FILAS

El marketing partidista nos vende de continuo las virtudes del “cierre de filas”, consistente en defender a fuego y espada a los correligionarios, así, cuando un destacado político fracasa estrepitosamente en las funciones que tiene asignadas y los medios comienzan a señalarle con el dedo, o se perciben rumores de desaprobación en las bases de un partido, la respuesta invariable, lejos de cualquier medida para solventar el problema, consiste en celebrar una reunión cuyo obvio resultado es el apoyo unánime al cuestionado. Cuanto más alto sea el rango del político incompetente, mas apoyo más prietas se cierran las filas.

Por otra parte, esto no puede sorprender a nadie, es algo completamente congruente con  la esterilidad de la maquinaria partidista y nos recuerda aquella conversación entre ratones asustados por la eficacia del nuevo gato, en la que  estando de acuerdo en que la mejor medida a tomar era ponerle un cascabel, al final se quedó en nada, por aquello de ¿quién pone el cascabel al gato?. Pues si, ¿quien se atreve en una reunión de la ejecutiva o de cualquier órgano de partido, a levantarse y decirle a Zapatero que se vaya para que no siga perjudicando a España con su incompetencia?, o a Rajoy ¿se atreve alguien a decirle que convoque un congreso para que se vote libre y democráticamente a un líder adecuado que ejerza la oposición y cambie la imagen del partido?, ¡no nadie!, todos lo piensan, pero…¿quién pone el cascabel al gato?, se están jugando el sustento, podrían ofender al cuestionado y caer en desgracia.

En resumen, los partidos tal como están en España, son la desgracia nacional, organizaciones cuya estructura se asemeja a la de algunas organizaciones delictivas en las que nadie cuestiona el liderazgo por miedo, con la diferencia, de que en esas por lo menos, todo el mundo sabe de que va la cosa y no se engaña a nadie, no andan por ahí hablando de democracia y presumiendo de lo que en realidad no les interesa, el interés general.

Propongo que se instaure un himno común para los partidos políticos españoles, y sugiero la canción: “Prietas las Filas”recias marciales.

NO ES BROMA

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