EL BUENISMO
Se ha ordenado a la Guardia Civil que no utilice material anti disturbios en la frontera de Melilla, por otra parte tampoco se pueden utilizar medidas pasivas como poner concertinas, vallas electrificadas, nada que pueda herir a los subsaharianos que intentan entrar a España mediante avalanchas masivas sobre la verja, o sea, por la fuerza, y todo ello por la presión social, por justificar, algunos, los intentos, que quienes asi actuan sean personas que huyen de la miseria y están desesperados. Suscribo esto último porque es verdad, y por lo tanto no comprendo porque estas mismas personas se toman tan mal el sarcasmo del Sr. Imbroda al decir que si no se permite actuar a la Guardia Civil, sería mejor quitarla y poner azafatas.
El problema, es que el paraíso terrenal, se acabó con Adán y Eva y me abstengo de opinar quien fue el culpable en aquella ocasión, pero lo cierto es que el Estado fue el que acabó con la ley del mas fuerte, que reinaba entre los hombres en su estado natural, y el Estado se basa en el cumplimiento de unas leyes, algunas posiblemente injustas, que normalmente son las que garantizan la paz social, e incluso hoy con mas o menos perfección, estas leyes garantizan el bien estar social, en algunos países como el nuestro.
Así pues, lo que no puede pasar es que bajo la excusa de una necesidad, se pueda tolerar que quien la sufre tenga derecho a infringir las leyes y mucho menos cuando media la fuerza, porque si así fuera estaríamos regresando a los tiempos en que quienes mandaban eran los mas fuertes y entonces la injusticia sería general.
Todos somos buenos, excepto algunos malos, que los hay, pero la definición de bueno es muy amplia, y por lo tanto confusa. Así podría decirse que alguien es bueno porque es caritativo y reparte sus bienes entre los pobres, pero ¿son igualmente buenos aquellos que son caritativos repartiendo únicamente los bienes de los demás?, eso último es lo que ocurre con ese movimiento de personas buenas, que lo son porque nada les cuesta, lo que ha venido en llamarse “el buenismo”, cuyo máximo exponente fue el Sr. Zapatero sin tener en cuenta que durante los miles de años que existe la humanidad, todavía nadie ha dado con la formula para que todos vivan igual de bien, como las abejas por ejemplo.
Así que está muy bien que todos esos subsaharianos acudan a nosotros, pero yo que me siento tan bueno como el que mas, no estoy dispuesto a que se me retiren los beneficios sociales, o que se me disminuyan, ni los míos ni los de mis hijos, ni siquiera los de los mas debiles de mi pueblo, para acoger a todos y cada uno de los que entran sin control por nuestras fronteras, lo siento, quienes entren tienen que hacerlo por la puerta, y el Estado tiene que saber si puede hacerse cargo de ellos, o no.
Claro que si alguien está dispuesto a renunciar a lo que mediante años de lucha consiguieron nuestros antepasados, y nosotros mismos hemos conseguido, pues entonces que creen un partido de buenistas cuyo objeto sería repartir sus beneficios sociales con los de otros países mas necesitados, y a ver cuantos votos conseguían, seguro que ni siquiera los suyos.
No es broma
3 comentarios:
Tienes razón. Y lo más curioso, yo tengo algunos amigos de estos "buenistos"; y cuando sale esta cuestión, les hago la siguiente pregunta: "¿Acogeríais a estos inmigrantes en vuestra casa?" Y me responden siempre con tres argumentos:
- Es que no tengo espacio (mi casa es muy pequeña, me dicen): Razón geográfica-logística.
- Es que no tengo suficientes medios para ayudarles (otros me dicen que sus recursos son limitados): Razón económica.
- Es que no me fío, y si me roban algo?: Razón de confianza o seguridad.
Curiosamente si se te ocurre utilizar estos argumentos para limitar la inmigración te llaman ultra o cosas peores...: pero ellos no lo son.
Moraleja: No es buenismo, es hipocresía disfrazada. Y eso es lo peor de lo peor.
Un saludo,
Y así nos va,
Estos buenistas, son como el del chiste de la bicicleta en el examen de comnunismo.... Todo era para el partido y para repartir, menos la bicicleta que era suya.
Pero bueno, a mi me fastidia mucho más la política internacional de esta gente.... la no intervención. Ni siquiera para exigir unos mínimos en los países de origen, que nos ahorrarían el drama de la inmigración ilegal. Como mucho llegan a darles subsidios e ir de visita con las ONGs de turno a salvarlos.... Dando de comer en lugar de enseñando a pescar.
Todo este discurso nacional-socialista que hacéis tiene su eco en que las ciertas administraciones de Vitoria, las cuales trabajan al servicio del pueblo alavés, negaron una ambulancia a una niña de 3 años domiciliada en el término de Treviño, con el resultado de muerte de la menor.
Quizás, pensaron que compartir sus recursos con ciudadanos de otra comunidad no es lo más justo, puesto que a ellos, conseguirlos, les ha costado mucho trabajo y esfuerzo.
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