NO ES BROMA

NUESTRA PRENSA LIBRE

DE PUBLICAR LO QUE LES CONVENGA

Cuenta Inocencio Arias en su libro "Los presidentes y la democracia" que cuando Zapatero visitó EEUU,  encargó una cena para 300 invitados en el Hotel Waldorf Astoria, uno de los más caros de Nueva York, para promocionar España. Sucedió sin embargo, que a eso de las cuatro de la tarde, a nuestro presidente del Gobierno, se le antojó ir a comer con unos amigos,  a un restaurante que le habían recomendado, y decidió no acudir a la comida oficial, un rollo sin duda.

En estos días de austeridad, podría parecer que estoy haciendo una crítica al gasto en que se incurrió con una cena de 300 personas en un lugar tan caro, no es así. Cuando se trata de promocionar España en un país extranjero, este tipo de gastos, es más que razonable, se trata de impulsar nuestras relaciones exteriores, tanto en lo económico, como en lo político. Lo criticable, es la ligereza de Zapatero, al anteponer un capricho a una cena oficial programada, en la que se suponía, debía ser el anfitrión, porque le apetecía mas una cena con los amigos.

Tampoco intento en este escrito resaltar la gravedad de esta omisión de deberes de quien se supone máximo responsable del Gobierno de España, aunque sea obvia, lo que quiero expresar es mi sorpresa por no haber conocido la noticia en su día, pues leo los periódicos a diario, aunque es posible que dicha noticia se encontrase minimizada en las páginas interiores, pero no lo creo.

La cuestión es, que con la cantidad de corresponsales españoles, de diferentes medios, acreditados en la ciudad de Nueva York, muchos de ellos seguramente incluso invitados  a la cena, a nadie se le ocurrió comentar un hecho tan grave, o quizás lo hicieren, y sus editores optaron por no publicarlo, o incluso peor, quizás consideraron que no valía la pena, que se trataba de una simple anécdota sin valor informativo.

Sin embargo, cuando el Rey, persona sin mas responsabilidad que la meramente representativa, se ausentó unos días, porque le apetecía cazar, actividad que podrá gustar o no, pero que ningún perjuicio causaba al País, entonces nuestros medios, ultrajados, se rasgaron las vestiduras y lanzaron al mercado ingentes cantidades de papel, bytes y saliva, criticando la ligereza del monarca en sus actuaciones, exigiendo, y consiguiendo una humillante disculpa, por los enormes daños que supuestamente, nos causó su conducta.

¿Es esta nuestra prensa libre, cuya tarea es formar la opinión pública?, ¿de verdad  se puede ignorar una grave irresponsabilidad del máximo gestor de nuestros intereses y por otra parte sacar toda la artillería contra el Rey  por una cacería en su tiempo libre?.

¡Claro!, lo del Rey vende mas, y eso es lo único que interesa, no debemos hablar mas de prensa libre, porque es un camelo, llamémosla prensa comercial, que es lo que es.

Libertad de prensa significa para ellos publicar lo que le convenga a cada uno.

No es broma