jueves, 2 de noviembre de 2017

MARIANO PIRRO

Pirro fue un general griego que tras vencer a los romanos, aunque sufriendo muchas bajas, optó por volverse a Grecia sin mantener la posición. De ahí viene el nombre de victoria pírrica que hace referencia a las batallas en que el objetivo a conseguir vale menos que los daños a sufrir para su consecución.


Mariano Rajoy ha activado el artículo 155 CE para conseguir volver a la normalidad constitucional, lo cual está muy bien, lo malo es que cuando día 21 del próximo mes se celebren las elecciones autonómicas, volverá a dejar las cosas tal como están sin haber arreglado lo que habría que arreglar para que la “normalidad constitucional” fuese por lo menos, duradera.


El problema es, que los “costes” van a ser los mismos que si el Estado se hubiese tomado 6 meses, como se dijo en un principio, y que antes de celebrar elecciones, hubiese arreglado sin miedo, todas las cosas que han permitido que el independentismo llegase a donde está ahora y que van a seguir igual después de las elecciones del 21 de Diciembre.


En primer lugar, y casi con seguridad, los resultados electorales, van a ser los mismos, sino peores, y por lo tanto, los medios de comunicación públicos de Cataluña, van a seguir siendo controlados por un Parlament nacionalista: la enseñanza seguirá siendo controlada por una Generalitat nacionalista, y Omnium Cultural, la ANC, y otros, continuarán sus labores de movilización con los mismos recursos públicos que están recibiendo hasta ahora.


En resumen, la factoría de independentistas sale casi indemne. El independentismo seguirá subiendo y el futuro de Cataluña continuará siendo incierto.


Eso sí, la imagen de Rajoy también sale indemne, que es lo que le importa, se conforma con aplazar el problema y tener al  PSOE contento, lo cual es una estupidez, pues  Sánchez no mantendrá la tregua más allá del final de la intervención, si no antes.


Por otra parte, los problemas todavía no han comenzado, los jueces de instrucción podrían verse obligados a  decretar prisiones preventivas, y órdenes europeas de arresto, que a su vez ocasionarán  recursos ante los juzgados belgas, o peor sería todavía traer esposados a declarar ante la Audiencia Nacional a los que están en Bélgica. 


En definitiva, “mas presos políticos” en la prensa internacional y movilizaciones a cargo de los independentistas. Todo ello durante el periodo de campaña electoral.


Estos son los primeros costes previsibles, menos de los que se preveian en un principio, ojalá sean los únicos, ojalá me equivoque.


Tampoco se puede pedir que los fiscales no pidan prisión porque eso sería dar la razón a los que dicen que la política tiene prioridad sobre la Ley, o sea la quiebra del Estado de Derecho.


Si se hubiera puesto una fecha para elecciones un mes más tarde, por lo menos habría habido la oportunidad de una campaña electoral más tranquila cuando la situación se hubiese enfriado algo y los independentistas se hubieran desmovilizado por cansancio.


Pero aquí de lo que se trata, como siempre, es de tirar balones fuera y aplazar el problema esperando que  se pudra, pero  eso no va a pasar, hay demasiada gente cuidándose de mantenerlo vivo. Hemos perdido una gran oportunidad.



Mariano Pirro no se entera; dan ganas de llorar.

No es broma

1 comentario:

José Ignacio dijo...

El problema, es que Mariano Rajao es un cobarde y un acomplejado, rodeado de pusilánimes que solo saben hacerle la pelota.

Los jueces no pueden hacer leyes y ellos solo se limitan a aplicarlas.

Lo único bueno es que la mayoría silenciosa ha despertado y está empezando a presionar para evitar el adoctrinamiento y todo eso...: quizás el problema no se solucione: pero las cartas ya están sobre la mesa. Eso es una ligera ventaja creo...

Lo de Puchi y cia es de vergüenza...

Y así nos va.

JIV