NO ES BROMA

EN LA POLITICA PARA SERVIR

El Senador Kenneth Keating, en lucha electoral por renovar su escaño en el Senado de EEUU, había etiquetado a su  oponente Robert Kennedy, ex fiscal general del Estado, como un  "carpetbagger" (oportunista político), y por ello, en una visita electoral de éste a la Universidad de Columbia, un periodista, sacó el tema y le preguntó porque se presentaba a las elecciones.

Su contestación fue:

 " Tenía varias opciones, podría haberme retirado, haberme quedado en casa, a mi padre le han ido bien las cosas, podría haber vivido de él, se lo digo francamente, no lo sé….no necesito ningún  título porque tengo entendido que podría ostentar el de Fiscal General, durante el resto de mi vida, no  necesito ni dinero ni cargos. Tal vez haya en el Estado de Nueva York, quien no lo crea, pero me gustaría ser un buen senador de Estados Unidos, me gustaría servir”

Aunque palabras de un político en campaña electoral, y por lo tanto de un valor relativo, Robert Kennedy  hermano del malogrado presidente Kennedy e hijo de Joseph Kennedy, uno de los hombres mas ricos de America, el razonamiento es de lo mas convincente. Es cierto que en la política hay otras motivaciones distintas al dinero y al prestigio, pero siendo cierto lo que contestó, sus manifiestas  intenciones de querer servir a su país, no podían ser puestas en duda.

Ello me lleva a preguntar, ¿Qué buscan nuestros políticos profesionales cuando se presentan a unas elecciones?, y el mero hecho de ser profesionales, nos da ya la respuesta, puesto que en primer lugar, vienen a ganarse la vida, lo cual es legítimo, pero desde luego salvo algunas honrosas excepciones, dicho sea por no generalizar, está claro que incluso los mas honrados, no están en la política para servir, y  los menos honrados, están en la política para servirse.

Creo que esta cuestión, tan sencilla, es la base de nuestra desgracia, los políticos profesionales protegen su puestos e intentan mantener alejada a la competencia, ello les lleva a mantener un entramado corporativista que asegure sus privilegios, cuya principal consecuencia es que el sueño democrático que se produjo en la transición, se haya desvanecido, y nos encontremos en una dictablanda de partidos políticos, para mi mafias, que si bien no delinquen incurriendo en tipos penales, se mantienen en el borde de la Constitución,  e incluso la violan puntual y continuadamente.

En resumen, la política como profesión, es contraria al interés general, puesto que los políticos, no tienen otra forma de vida que la que les proporcionan sus partidos, o sindicatos, y es hasta cierto punto lógico, que antepongan su modo de vida a los intereses de sus electores e  incluso a los de la Nación. Lo deseable sería que una vez terminado su mandato, pudieran reintegrarse a la vida civil, a su profesión, negocio, o retiro, con la satisfacción de haber realizado un servicio a su país.

Nada más lejano a lo que sucede en nuestra España.

No es broma