LA REPRODUCCION ASISTIDA
Según parece ser, de ahora en adelante, la Seguridad Social no va a financiar la reproducción asistida de las mujeres sanas, las que no precisan de ella porque pueden obtenerla por medios naturales, las mujeres homosexuales, son mujeres sanas y por lo tanto quedan igualmente excluidas.
Se dice que ello es una discriminación, lo cual no parece posible cuando el trato es igual para todas las mujeres, a no ser que lo que se pretenda sea una discriminación positiva a favor de las homosexuales, pero no puede ser así, porque la discriminación positiva se justifica por cuestiones de justicia social, y el que unas mujeres tengan hijos y otras no, no constituye a mi modo de ver ninguna injusticia, porque tener hijos, no es una necesidad, sino un deseo y los deseos deben ser alcanzados por quienes los tienen. Unos luchan por conseguir sus deseos, y otros no, y ni siquiera los que luchan por ello tienen garantizada su consecución.
Por supuesto, que si el Estado pudiese dar satisfacción, o sea que tuviese los medios para hacer que se cumpliesen todos nuestros deseos, estaría muy bien que lo hiciese, pero bastante tiene el Estado en garantizar unos derechos mínimos (los constitucionales). Y NO SIEMPRE LO CONSIGUE.
Cuando la gente lucha por tener un techo digno y no solo no lo consigue, sino que se ve en la calle tras haber luchado por ello, y el Estado no dispone de los medios para auxiliarle, queda patente lo que debieran ser las prioridades antes de empezar a complacer deseos.
Que va a decir esta persona que solo puede comer alimentos triturados porque la SS no le cubre los carísimos gastos de dentista (ningún gobierno hasta ahora ha intentado cubrir estas prestaciones), cuando a otros se les paga la mucho mas cara reproducción asistida. El no tener dentadura es un problema de salud, la homosexualidad no es ningún problema de salud, sino algo completamente normal en nuestra sociedad con las mismas leyes que para todo el mundo.
Así pues, a mi me parece, que si el Estado puede permitirse incluir la reproducción asistida en las prestaciones de la Seguridad Social, pues estaría muy bien, pero sin olvidar el correspondiente orden de prioridades: primero los problemas de salud, y los problemas sociales, los deseos justificables, después, y por supuesto sin discriminación, ni positiva, ni negativa pues ambas son discriminaciones.
Así es, predicar la igualdad no es discriminación, ni mucho menos homofobia.
No es broma